Como decía Mario Vargas Llosa en su discurso al recibir el nobel, la ficción de la literatura y otras artes son un escape, a la vez que un reconocimiento: Que la realidad no es suficientemente buena.
Pongo este blog con algunos cuentos y ensayos modestos escritos por mí, para entrener a quién le interesen, aburrir a quién le afliga, aborrecer a algún desdichado perdido y con suerte, quizás, si Dios me lo permite, emocionar algún alma sensible.
Si cree encontrar errores ortográficos o de redacción, tenga con toda seguridad la certeza que es con intenciones artísticas o educativas, para que al darse cuenta de mi error se sintiese bien de su amplio conocimiento.

martes, 1 de marzo de 2011

Sangre (IV)

Cuando carabelas surcan el río estigia, y lanzas de obsidiana se clavan en las flores, su cara era la única, que decía victoria, sobre el mar de sangre que entre malezas enterradas en lo más profundo se mezclaban, alimentando la tierra con polvo.

Vinieron de los ríos y por los mares, sus caras peludas como monos, sus cuerpos duros como la piedra, sus armas escupían fuego y sus almas eran invisibles.

Los vi y supe que era el momento más importante de mi vida. Desnudos, me llevaron a su líder que vestía puro oro en todo el cuerpo. Sus frutas son enormes y sus ciudades parecen crecer con la naturaleza.

Sé dónde está el dorado, y sé cómo llevarlo. Ya no hay duda de la grandeza que acontece, de la cual me bañare en esta fuente de juventud y todos me conocerán como el hombre más grande de la Historia.

Mil serpientes negras envenenan y a cada minuto caen como si el cielo y la tierra se juntaran. Esperaba dioses, quizás este es precio a pagar por el sol que brilla, y tal vez sea demasiado caro.

El fuego entró en los cuerpos de águilas, jaguares y hormigas por igual. Voces de avaricia y tesoros en lo más fondo del lago, una voz que nunca sonreía aplastó la tristeza y la luna cedió.
Ahora yazgo muerto, las plantas beben, beben y se rien, son las únicas que sonríen.

¿Traigo gracia y así es como me agradecen? La guerra ha callado todos sus suyos en los nuestros, lo único que queda de ese estado es rodillas en el suelo y cabezas cayendo de lo alto.
La gloria de Cristo condena esta tortura, traemos la verdad y el amor de su salvador, convivo con barbaros, la duda, sí, la duda crece como un demonio carnívoro en mí y no tengo nada más que un libro para salvarme.

Y cuando toda la tierra haya nacido polvo el polvo se levanta y devora el sol, para que una vez más la luna se alze y de ella noches de sangre medren la selva, en ella se encuentra el oro, en ella, noche desastrada, recuerdos de vileza en raíz de la raza y el linaje, cuando todo sol parezca a la luna y asimile, al fin, el mar.

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