Ven más cerca y sabed

Si hay un amante en el mundo, ése soy yo.
si hay un creyente o eremita, ése soy yo.
Las heces del vino, el copero, el trovador, el arpa, la música
el amante, la bebida y la alegría, ése soy yo
Los credos y sectas del mundo
no existen, lo juro por Dios, todos están mí
El cuerpo y el alma, la verdad y mentira,
lo bueno y lo malo, lo sencillo y lo díficil,
todo eso soy yo.
El fuego infernal, podéis estar seguros
y el paraíso y el edén,
la tierra, cielo y cuanto contienen,
todo eso soy yo.
No tengo religión
mi religión es el amor
cada corazón mi templo.
El amor... es un espejo
No ves sino tu reflejo
No ves sino tu rostro sincero
Un día la verdad reflejada en un espejo
cayó y se rompió en pedazos
todos tomaron una pieza, la miraron
y pensaron que tenían la verdad
Yo lo busqué en la mezquita, la sinagoga y la iglesia
lo busqué en la pagoda y el templo hindú
y le pregunté a los filósofos
y tras buscarlo en todo el mundo
lo encontré dentro de mí.
No solo el sediento busca el agua,
también el agua busca el sediento.
Si lo buscáis,
vendrá a ti corriendo.

Oh alma,
te preocupas demasiado.
Has visto tu propia fuerza
has visto tu propia belleza
has visto tus alas doradas
De otra cosa,
¿por qué te preocupas? En verdad, eres
el alma, del alma, del alma.
No te sientes a esperar
sal, siente la vida.
Toca el sol,
inmerso en el mar.
El alma vive allí – en el silencioso aliento.
Hoy me sonrío a mí mismo
No queda deseo en este corazón
quizás no  permanezca corazón
libre de todo deseo
me siento, callado como la tierra
mi silencioso llanto hace eco como rayo
a través del universo
no me preocupa
sé que nadie lo oirá
excepto yo.

¡Nunca pierdas esperanza corazón, mi corazón!
Milagros viven en lo invisible.
SI hay luz allí dentro,
encontrarás tu camino a casa
Lloras tus dichas y ríes tus penas
con un ala no se puede volar.
Por eso el mundo te arroja
de un extremo a otro
para surcar los cielos
Las lámparas son distintas, pero la luz la misma
hay tantos caminos a Dios como almas en la tierra.
Si tus ojos están abiertos
verás el bello mundo.
¿Hasta cuándo dirás: "Voy a conquistar el mundo entero
para llenarlo de mi mismo"
Aunque la nieve lo cubriera por completo,
el sol la derritiría en un destello.
Los amantes son pacientes y saben que la luna
necesita tiempo para hacerse llena.
La paciencia no es sentarse y esperar,
es prever.
Es mirar la espina y ver la rosa
ver la noche y contemplar el día.
Trae tu ira y odio al fuego sagrado
y sangra, del suelo nacerán flores.
Hoy, como cualquier otro día,
nos despertamos vacíos y asustados
No abras la puerta del estudio para leer
coge un instrumento musical.
Deja que la belleza de lo que hacemos sea lo que amamos
Hay cientos de formas de arrodillarse y besar el suelo
El momento que aceptas los problemas que se te han dado
la puerta se abre.
Cuando el mundo te empuja a tus rodillas,
estás en perfecta posición para orar.
Esto es es amor: volar a un cielo secreo
hacer cien velos caer cada momento
primero, abandonar la vida
finalmente, dar un paso sin pies
ver el mundo invisible
ignorar lo que parece yo.
Corazón, dije, que regalo ha sido
entrar en este circulo de amores,
ver más allá de uno mismo.
Tocar y sentirlo dentro.
El amor es la cosa completa,
nosotros sus piezas,
El amor es el mar sin fin,
nosotros su gota.
Tu aliento tocó mi alma
Y ahora veo sin límites
Tú no eres la gota en el océano
Eres el entero océano en la gota.
Sin mente, sin forma, solo existo;
Cesada toda voluntad y pensamiento,
El último fin de la danza de la naturaleza
Yo soy quien yo he buscado
De lejos ves solo mi luz
Ven más cerca y sabed
Que yo soy tú.
                                    Homenaje a Rumi

"¿Cuál es el sentido de la vida?"

La revista Life le preguntó a un número de personas "¿Cuál es el sentido de la vida?", seleccioné las más interesantes o representativas.

Rabino Harold Kushner

Ya no hago la pregunta del joven: ¿Cuán lejos iré? Mis preguntas ahora son las de la persona madura: Cuando se haya terminada, ¿de qué se habrá tratado mi vida? Primero, como enseñó Martin Buber, la vida es encuentro. Nos hacemos vivos solo cuando nos relacionamos con otros. Segundo, estamos aquí para cambiar el mundo con pequeños actos de cariño diario en lugar de un gran avance. Finalmente, estamos aquí para terminar las labores de Dios. Uno de los sabios del Talmud enseñó hace cerca de 2000 años que Dios podría haber creado una planta que creciera hojas de pan. En lugar de eso creó trigo para que recogiéramos y horneáramos en pan. ¿Por qué? Para que fuéramos sus compañeros en completar el trabajo de creación.

Sheij Seyyed Hossein Nasr

El hombre puede ser definido como un ser nacido para trascenderse a sí mismo, y el significado de la vida humana reside en su búsqueda para ser lo que fue, es, y será eternamente en Dios. Un dicho del profeta dice: “Yo fui el tesoro escondido y quise ser conocido. Por eso cree el mundo, para que me encontrarán.” El hombre es el ojo en que Dios se conoce a sí mismo en su creación y refleja su esplendor. La suprema meta de la vida es adquirir esta conciencia de ser el ojo del cual Dios es la luz. Este conocimiento también implica amor de Dios y toda su creación. Requiere correcta acción basada en su voluntad acorde a principios éticos. Como seres humanos debemos aceptar el significado del previo don de la vida para el uso en que seremos responsables al momento de la muerte.

Poeta/historiador Eduardo Galeano (lo traduje porque lo encontré chistoso)

¿Qué NO estamos aquí para hacer?
Estamos envenenando el aire, el agua y la tierra, y envenenamos nuestra alma. La bomba de neutrones, que respeta cosas y aniquila gente, es el más perfecto símbolo de nuestra vida. La gente le obedece a las cosas, como los pobres obedecen a los ricos, civiles a militares, negros a blancos y mujeres a hombres. Para mantener el orden, el orden de este mundo de cabezas, la gigante máquina de miedo crea armamentos a un ritmo de 2000 dólares por segundo, mientras los medios nos descomunican y el sistema educacional nos deseduca. Uno vive para poseer, no para ser. El dinero es más libre que la gente. La mayoría de la humanidad-habitantes del tercer mundo y sus ghettos-el mundo se parece más a un campo de concentración que a una casa para todos.

Esto no es lo que el mundo quería cuando el mundo todavía no era. Creo que pelear para cambiarlo, para recuperarlo, le da sentido a la aventura humana. En esta lucha me reconozco a mi mismo en otros. En esta lucha me hago compatriota y contemporáneo de aquellos que se movieron a la acción por la voluntad de la justicia y la voluntad de la belleza.

Lider espiritual del budismo tibetano El Dalai Lama

Mientras existimos como seres humanos, somos como turistas de vacaciones. Si causamos disturbio y desastre, nuestra visita no tendrá sentido. Si durante nuestra breve estadía - 100 años como máximo – vivimos pacíficamente, ayudamos a otros y, por lo menos, no los lastimamos o perturbamos, nuestra visita habrá valido la pena. Lo que importa es ver cómo llevar una vida significativa todos los días, cómo traer paz y armonía a nuestras mentes, y como podemos ayudar a contribuir a la sociedad.

Escritor Charles Bukowsi  

Para los que creen en Dios, la mayoría de las grandes preguntas están contestadas. Pero para aquellos de nosotros que no podemos aceptar la fórmula de Dios, nuestras preguntas no permanecen escritas en piedra. Nos ajustamos a nuevas condiciones y descubrimientos. Somos plásticos. El amor no necesita ser comandado por una fe o dictado. Soy mi propio dios. Estamos aquí para desaprender las enseñanzas de la iglesia, estado y sistema educacional. Estamos aquí para beber cerveza. Estamos aquí para matar la guerra. Estamos aquí para reírnos de las posibilidades y vivir nuestras vidas tan bien que la muerte tirite de llevarnos.

Pastor protestante Norman Vincent Peale

 

Estamos aquí para estar entusiasmados de la juventud a la ancianidad, para tener una insaciable curiosidad sobre el mundo. Aldous Huxley dijo que llevar el espíritu del niño a la vejez es el secreto del genio. Y yo me compro eso. También estamos aquí para genuinamente, humildemente, sinceramente ayudar a otros practicando una actitud amistosa. Y cada persona es nacida para un propósito. Todos tienen un potencial, en esencia, construido en ellos. Y si vivimos la vida completa, debemos realizar ese potencia.

Compositor John Cage

Ningún por qué. Solo aquí.

Sabio Hindú Ramon Pan

Buscar el sentido de la vida fuera de la vida significa matar la vida. La razón es dada por la vida, y no al revés. La vida es previa al significado. La vida no muere, cantan los Vedas. Cristo vino para que tuviéramos vida, dicen los Evangelios. ¡Ah, estos occidentales que se angustian con preguntas que otras culturas hacen con desprendimiento y serenidad, que creen hasta la médula en su desacralizada existencia! La vida humana es alegre interrogación. Cualquier respuesta es blasfemia.

Sabio confuciano Tu Wei-Ming

Copérnico descentralizó la tierra, Darwin relativizó la imagen divina del hombre, Marx explotó la ideología de la armonía social y Freud complicó nuestra vida consciente. Ellos han redefinido nuestra humanidad para la era moderna. Pero también nos han fortalecido con comunal, crítica, auto-conciencia, para renovar nuestra fe en la antigua sabiduría confuciana: Que el globo es el centro de nuestro universo y nuestra única casa y que somos los guardianes de la buena tierra, los confiados del mandato del cielo que nos encomienda a hacer nuestros cuerpos sanos, nuestros corazones sensibles, nuestras mentes alertas, nuestras almas refinadas y nuestros espíritus brillantes.

Monedro

Monedro se comió dos sopaipillas afuera de su pega y bajó al metro. De camino a casa escuchó música en su celular. Llegó, saludó a su esposa y propuso pedir pizza para celebrar el viernes. Se sentaron juntos a ver una serie del HBO. Más o menos cuando terminaba, recibieron  la pizza y comieron mientras veían una película. Monedro puso música de relajación antes de acostarse. Cuando ella salió de la ducha, él ya estaba acostado. Mientras tenían sexo, Monedro pudo oler el shampoo que ella había lavado hace un momento. Acabada su tarea, se durmió.     

Dos mentes, tres tiempos

Agita sus brotes

el cerezo.

No es que no piense en ti,

¡pero tu casa está tan lejos![1]

 Él no amaba realmente, si la hubiera amado, ¿Le hubiera importado la distancia?

                                                                                                                               Confucio. Analectas

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[1] Esta es una cita, por Confucio, del Libro de las Odas

Las críticas de historiadores, como las de cualquier otro hombre, están sujetas a la cosmovisión particular. La construcción del mundo, la sociedad y sus reglas tiene lugar en un tiempo y lugar, y el diálogo o ruptura entre lo propio y lo ajeno es posible dentro de una misma sociedad cuando encontramos cosmovisiones distintas.

Escribir un ensayo de crítica hoy requiere de cierta atención específica a los tiempos, usualmente llamado conciencia histórica. Karl Popper acusó a Platón por sentar las bases de los totalitarismos del siglo XX en base a la utopía descrita en La República (nada menos que el primer libro de filosofía política en occidente) y multitud de filósofos actuales consideran esto un error, porque aunque no son expertos en historia griega, conocen la larga y vasta tradición de críticas y comentarios a Platón[1]. Plutarco vivió 500 años después de Herodoto y ya se le había nombrado padre de la historia, pero sus críticas no habrían sido digeridas y re-digeridas, como hoy. Por tanto, creo valioso examinarlas con cuidado de su tiempo y reverencia hacia el trabajo que se dieron entonces.

Polibio y Plutarco comentan el trabajo de Timeo y Herodoto en base a un juicio moral ligado al trabajo del historiador. El juicio es muy propio de su época y considera tanto el contenido (el rol moral de narrar historia), la perspectiva (quién y para quién se escribe), como el esfuerzo previo a escribirlo. Así, Timeo es criticado por no tener experiencia en política ni guerra, requisito para escribir historia. “Pero creer, como Timeo, que solo la maestría del material basta para escribir bien historia es necio, como si un hombre que hubiera visto el trabajo de antiguos pintores se imaginará capaz de pintar y maestro de ese arte.[2] “ Aquí es importante considerar que si bien ambos autores critican haciendo consideraciones empíricas y evalúan en máximo grado la veracidad como naturaleza de la historiografía (“Si quitas la verdad de la historia lo que queda es nada más que una fútil fábula[3]”, “tomamos precaución de las calumnias y envidia que subvierten a suaves y bien entrenadas frases y expresiones[4]”),  siendo ambos greco-romanos de su época tienen en mente criterios esencialistas sobre la naturaleza de los hombres[5]. La cosmovisión griega habría distinguido entre una edad de dioses, otra de héroes[6] y otra de humanos y la concepción general[7] era que la civilización, o estaba en decadencia, o vivía en ciclos. Los cantos, escritos y tópicos de la literatura épica habían pasado a la historia en tanto era un género de y para grandes hombres (casi por definición nacionales), en esencia distintos (superiores) al resto[8]. Sabemos que el avance de la razón en Atenas concibió una identidad entre belleza, razón y verdad, motivo por el cual hasta la modernidad se consideraba contradictorio decir que había múltiples verdades. Con este conocimiento parece evidente que las críticas a héroes nacionales consagrados serían motivo de oprobio y descontento. Polibio hace referencia a la “peculiar fuerza mental y poder de Agatocles[9]” como contraargumento contra Timeo. Más adelante dice:

¿Preguntarás cómo infiero que Timeo es culpable de falsedad? Primero y antes que nada porque Democares era de buen nacimiento y crianza, siendo sobrino de Demóstenes y segundo porque los atenienses lo consideraron merecedor no solo del oficio de estratega, sino de otras distinciones, a ninguna de las cuales podría haber aspirado si tuviera tales desventajas que combatir. Timeo, por tanto, parece no acusar tanto a Democares como a los atenienses[10].

Evidentemente, todo hombre, cualquiera sea su oficio, está insertado en la sociedad y tiempo en que vive. Pero la equivalencia entre los más célebres y notables griegos y su polis es tanto mayor, del mismo modo que Alejandro era el héroe de todo el mundo helénico  y acusarlo de infamia era un insulto a la totalidad de los que se identificaban con él. Como dice Plutarco sobre Heródoto: “Tan incapaz es de alabar sin infamar, que si encomienda a un hombre debe condenar a una ciudad o gente.[11]”

Es necesario aclarar que la crítica de Plutarco a Heródoto habría sido bien vista hasta el siglo XVI (cuando Heródoto comenzó a disfrutar de mayor credibilidad por los relatos que llegaban de viajeros a las Américas) y nuevamente en el siglo XIX (por la epistemología positivista, aunque paradójicamente los arqueólogos en Egipto llevaban consigo y leían con atención a Heródoto como referencia).  Mi argumento, por tanto, es que la cosmovisión de Heródoto es excepcional en tanto escribe más que historia (lo que luego sería considerado historia) y no menos. Aquello que Polibio y Plutarco consideran historia es más delimitado epistemológica y nacionalmente que lo que Heródoto escribía, tanto por la unificación romana y supra-identidad occidental después de las conquistas de Alejandro, como por su posición geográfica (más lejana a Oriente, tanto espacial como culturalmente luego de la expansión helénica).  Por ejemplo, de Homero Heródoto adopta un reconocimiento a la historia de ambos bandos, cada uno digno, con héroes propios, y su cercanía a lo tradicionalmente religioso lo hace considerar malamente a los hombres de poder, cuya arrogancia (hybris) enfurecía a los dioses (esto por la mencionada distinción edad de dioses-edad de héroes-edad de hombres).

Sin embargo, hay buena parte de observaciones que hoy comprendemos y valoramos. Tanto Plutarco como Polibio escriben sobre bases empíricas (hay o no animales en Corsica, regresó o no Adimanto a su flota, etc.) y agregan (hoy a través de la selección de fuentes y con una prosa menos directa) un juicio de su parte. Sobre la perspectiva general de la escritura de la historia, hay declaraciones de gran valor:

“Pues dado que muchos eventos ocurren en distintos lugares, y un hombre no puede estar en muchos lugares a la vez, ni es posible para él haber visto con sus propios ojos cada lugar del mundo y particularidades de distintos lugares, lo único que queda para un historiador es inquirir sobre la más gente posible[12], creerle a los merecedores de confianza y ser un crítico adecuado de los reportes que recibe[13]”

En este breve fragmento se repite cuatro veces la palabra lugar. Creo que, en el presente estado de globalización, muchos títulos de libros y cursos merecen una revisión a la luz de este pasaje. La perspectiva de un griego hace dos mil años, sobre otro griego unos años antes, es interesante en tanto nuestra lectura supone un encuentro de tres cosmovisiones distintas. Mi observación sobre la percepción occidental binaria del mundo fue aprendida a través de mis estudios en chino y japonés y mi primario interés por la cultura asiática me permite ver algunas cosas sobre occidente que un occidental no percibe. Pero en treinta años será otro mundo y lo que he escrito hoy podría estar equivocado en base a mi ignorancia de acontecimientos mañana. Dice Polibio:

(Timeo) nos dice que los romanos aún conmemoran el desastre en Troya disparando cierto día a un caballo de guerra (…) – una niñería. Pues de este modo deberíamos decir que todas las tribus bárbaras son descendientes de troyanos, visto que todas, sino la mayoría, cuando  entran en guerra o en vísperas de una batalla decisiva sacrifican un caballo[14] (…).

Polibio nació el 200 a.C. Dos siglos más tarde, desde el 29 a.C y por diez años Virgilio trabajó en La Eneida, haciendo su personaje principal a Eneas, el joven que escapó de Troya y fundó Roma. En adelante, los romanos se considerarían descendientes de los troyanos. Por esto, como decía Plutarco, debemos tener cuidado “A no ser que imprudentemente entretengamos absurdas y falsas opiniones de las más excelentes y grandes ciudades y hombres de Grecia.[15]” Entiendo, aunque no apruebo su duro sesgado sobre Heródoto y sus consideraciones patrióticas, sin duda cuento a ambos entre aquellos excelentes hombres.

He intentado establecer una meta-crítica sobre las perspectivas culturales de hombres en el canon de historiografía occidental. Considero una apreciación más fructífera que una lista de errores y faltas, y será paradójico si la crítica de Plutarco y Polibio eran sobre las difamaciones de grandes hombres. ¿Quién decide quién es un gran hombre? Una crítica, en el fondo, es un homenaje. Pasado un siglo de muerte, pocos la merecen, y en efecto, pocos la reciben.

Fuentes:

Plutarco: http://www.skidmore.edu/classics/courses/2011fall/cg311/de%20malignitate%20Herodoti.pdf

Polibio: http://penelope.uchicago.edu/Thayer/E/Roman/Texts/Polybius/12*.html

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[1] Recuérdese la cita de A.N Whitehead: “La historia de la filosofía occidental es una serie de notas al pie de Platón”

[2] Polibio, libro 12, 25e, 6-7.

[3] Idem. 12, 3.

[4] Plutarco: La Malicia de Heródoto en The complete works of Plutarch: essays and miscellanies. Vol. III. New York: Crowell, 1909. P.16

[5] Brevemente, me refiero a que un hombre es de cierto modo y puede ser juzgado en tanto tiene una naturaleza. Podemos agregar que esa esencia tiene características morales dónde Plutarco y Polibio, como la gran mayoría de los occidentales hasta hoy, conciben la realidad en términos binarios (bien-mal, mentira-verdad, barbarie-civilización).

[6] En un sentido militar.

[7] Tucidides es un famoso contraejemplo.

[8] Con Tucidides se consagra la guerra como el tópico de la historia, y ya desde Homero se estableció la guerra como el acontecimiento que hace grandes (héroes) a los hombres (aunque en Homero se habría considerado una excepcionalidad de nacimiento, a ser desplegada y no desarrollada).

[9] Polibio, libro 12, 15, 5-8.

[10] Polibio, libro 12, 13, 4-6 

[11] Plutarco: La Malicia de Heródoto. P.12

[12] Es iluminador hoy dada la cantidad de historias apologéticas de una nación que se escriben sin revisar siquiera las fuentes de sus enemigos.

[13] Polibio, libro 12, 4b, 4-5.

[14] Polibio, libro 12, 4b – 4c.

[15] Plutarco: La Malicia de Heródoto. P.16