Como decía Mario Vargas Llosa en su discurso al recibir el nobel, la ficción de la literatura y otras artes son un escape, a la vez que un reconocimiento: Que la realidad no es suficientemente buena.
Pongo este blog con algunos cuentos y ensayos modestos escritos por mí, para entrener a quién le interesen, aburrir a quién le afliga, aborrecer a algún desdichado perdido y con suerte, quizás, si Dios me lo permite, emocionar algún alma sensible.
Si cree encontrar errores ortográficos o de redacción, tenga con toda seguridad la certeza que es con intenciones artísticas o educativas, para que al darse cuenta de mi error se sintiese bien de su amplio conocimiento.

domingo, 27 de mayo de 2012

El loco



En el jardín de un manicomio encontré a un joven de rostro pálido, amable y lleno de admiración. Me senté a su lado y le pregunté:  “¿Por qué estás aquí?”.
Me miró con sorpresa y dijo: “Es una pregunta necia; sin embargo, te responderé. Mi padre quiso hacer de mi una reproducción de mi mismo, y lo mismo mi tío. Mi madre soñaba tener en mí la imagen de su ilustre padre. Mi hermana quiso ponerme a su esposo marino como ejemplo a seguir. Mi hermano pensaba que debería ser como él, un atleta perfecto.
Y mis maestros también, el doctor en filosofía, el maestro de música y el de lógica, habían determinado que yo fuese un reflejo de sus propias caras en un espejo.
Por todo eso vine a este lugar. Lo encontré más cuerdo. ¡Al fin puedo ser yo mismo!”.
Entonces se volvió hacia mí y continuó: “Pero dime, ¿tú también fuiste impulsado a este lugar por educación y buen consejo?”.
Y respondí: “No, soy un visitante”.
Y él contestó: “¡Ah, tú eres uno de esos que viven en el manicomio, pero al otro lado de la pared!”.
                           
                                                                                      Khalil Gibrán

sábado, 26 de mayo de 2012

La noche oscura del alma


En una noche oscura,
con ansias en amores inflamada,
(¡oh dichosa ventura!)
salí sin ser notada,
estando ya mi casa sosegada.                     5

  A oscuras y segura,
por la secreta escala disfrazada,
(¡oh dichosa ventura!)
a oscuras y en celada,
estando ya mi casa sosegada.                     10

  En la noche dichosa,
en secreto, que nadie me veía,
ni yo miraba cosa,
sin otra luz ni guía                             
sino la que en el corazón ardía.                 15

  Aquésta me guïaba
más cierta que la luz del mediodía,
adonde me esperaba
quien yo bien me sabía,
en parte donde nadie parecía.                    20

  ¡Oh noche que me guiaste!,
¡oh noche amable más que el alborada!,
¡oh noche que juntaste
amado con amada,
amada en el amado transformada!                  25

  En mi pecho florido,
que entero para él solo se guardaba,
allí quedó dormido,
y yo le regalaba,
y el ventalle de cedros aire daba.               30

  El aire de la almena,
cuando yo sus cabellos esparcía,
con su mano serena
en mi cuello hería,
y todos mis sentidos suspendía.                  35

  Quedéme y olvidéme,
el rostro recliné sobre el amado,
cesó todo, y dejéme,
dejando mi cuidado
entre las azucenas olvidado.                     40

                                                                          San Juan de la Cruz

domingo, 20 de mayo de 2012

La guerra y la técnica



Laón Daudet, hijo de Alphonse, también escritor de importancia y líder del partido monárquico francés, entregó un informe en su Acción Francesa sobre el Salón del Automóvil en el que arrancó, quizá no literalmente, con la identidad: “el automóvil es la guerra”. Lo que subyacía a esta sorprendente conexión de ideas era la noción según la cual la superación de los instrumentos técnicos, de los ritmos, de las fuentes de energía y afines, no encontrando en nuestra vida privada un provecho adecuado y exhaustivo, no obstante fuerzan su justificación. Y se justifican renunciando a una interacción armónica, en la guerra que al devastar demuestra que la realidad social no estaba madura para integrar a la técnica como órgano; que la técnica no era lo suficientemente poderosa para someter a las fuerzas sociales elementales. Podemos afirmar, sin que vaya en detrimento de la importancia de las raíces económicas de la guerra, que la guerra imperialista está condicionada en su núcleo más duro y fatal por la discrepancia abismal entre los inmensos medios de la técnica y la ínfima clarificación moral que aportan. De hecho, y a causa de su naturaleza económica, la sociedad burguesa no puede hacer otra cosa que aislar a la técnica de lo considerado espiritual; no tiene más remedio que excluir en lo posible a la técnica del derecho de codeterminación del orden social. Toda guerra venidera será a la vez una rebelión de esclavos de la técnica.
Nuestros autores hablan con gusto de la guerra. Su obtuso concepto carece de imagen ligada a ella, al hablar de ella con los superlativos más alienados, como por ejemplo, lo “Real del Mundo”, ven en ella la manifestación suprema del Ser.
La futura guerra tendrá un cariz en que las categorías soldadescas se despiden definitivamente a favor de las deportivas, ya que las acciones militares se registraran como records. Cada tanto llegarán a nuestros oídos informaciones “tranquilizadoras”. La guerra se basará en records de exterminio y deberá contar con dosis de riesgo elevadas a exponentes absurdos.
¿Qué violentas e innombrables fuerzas son estas que una vez colmado por la felicidad de la paz lo libran de cuerpo y alma a la guerra? Filibusteros profesionales han tomado la palabra. Su horizonte llamea pero no por ello es menos estrecho ¿y qué es lo que divisan entre las llamas?
La conducción de un solo bombardero basta para privar a los ciudadanos de aire, luz y vida. El modesto lanzador de bombas que en la soledad de las alturas, solo consigo mismo y su dios, goza de las prerrogativas de su padeciente jefe supremo, el Estado, y que donde estampa su firma, deja de crecer la hierba.
                                                                 
  Fragmentos de “Teorías del Fascismo Alemán”, Walter Benjamin.

domingo, 13 de mayo de 2012

Apología del verdadero cristianismo

             

        La letra de la palabra mata, pero el espíritu de la palabra da vida.

                                                                                                2 Corintios 3:6

Jesús no quería una nueva religión. Vivió y murió como un judío marginal. Debemos comprender que el personaje histórico no corresponde con la realidad (la realidad es más amplia que lo “concreto”, e incluye factores psíquicos, tanto como ficciones o relatos simbólicos con significancia trascendente). El génesis no debe ser tomado literalmente. Conozco a cristianos que no creen en la rencarnación, sino la entienden como un mito - entiéndase, no como “mentira” sino en su realidad antropológica – Pero detrás de toda la religión no organizada, detrás de los dogmas y creencias, declaraciones desmesuradas y fundamentalismos, había un propósito admirable. El desarrollo espiritual del ser humano intenta crear una sensación de amor y comunión con el universo y la humanidad completa. Este no es el opio del pueblo, ni la regresión al padre protector. Se trata de la realidad y la verdad misma, escasamente comprendida. Quien comprenda su lugar en el mundo puede ver las estrellas y decir “Ese también soy yo”. Quien entienda que no nació al venir al mundo, sino proviene del mundo; entiende que su muerte no es motivo de angustia, pues no destruye, sino cambia, y el cambio de una cosa a otra es la naturaleza de la vida. Los grandes maestros (Buda, Jesús, Mahoma, Confucio, Lao Tse, Gandhi y otros)  han mostrado una capacidad inconcebible de emanar amor y compasión. Dudo la sabiduría del hombre que, tras cierto aprendizaje, condena todo esto a la irracionalidad y tontería que muchos ateos manifiestan. Pues ¿Cuánto cree en su frágil individualidad, en su ego, aquel que se declara ateo, y con ello cierra toda reflexión o dilema sobre el universo?

El cristianismo y los pobres

“Se engaña, si pretende ser cristiano, quien acude con frecuencia al templo

pero no al conventillo para aliviar las miserias de los pobres.

Se engaña quien piensa con frecuencia en el cielo, 

pero se olvida de las miserias de la tierra en que vive”

                                                                                                     Alberto Hurtado

Citas de la Biblia IV


El que no conoce el amor, no ha conocido a Dios, pues Dios es amor.

                                                                                                              1 Juan 4: 8

Quien dice “Amo a Dios” pero odia a su hermano, miente; pues si no ama a su hermano conocido ¿Cómo amará a Dios, a quien no conoce?
                                                                                                           1 Juan 4: 20

Idem:

"Quien dice "Amo a Dios" pero odia a su hermano, miente; pues Dios es Amor."

Citas de la Biblia III



“Ustedes han oído que fue dicho “ojo por ojo, y diente por diente”

Pero yo les digo: No resistan al que es malo, 

sino que a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, 

preséntale también la otra; Al que te pida, dale, 

y al que quiera tomar de ti prestado, no se lo rehúses.

Ustedes han oído que fue dicho “Amarás a tu prójimo, y odiarás a tu enemigo”

Pero yo les digo: Amen a sus enemigos, bendigan a los que los maldicen, 

hagan bien a los que los odien, y oren por quienes los persiguen. 

Porque si aman solo a quienes los aman ¿qué habrán superado? 

¿Acaso no hacen lo mismo los cobradores de impuesto?
                                                                                      Mateo 6: 38-48

Citas de la Biblia II


“Cuando ores, no seas como los hipócritas,

Porque a ellos les encanta orar en pie en las sinagogas 

y en las esquinas de las calles, para que la gente los vea; 

de cierto que con eso han ganado su satisfacción. 

Pero tú, cuando ores, entra en tu cuarto y cierra la puerta.”

                                                                                        Mateo 6: 5-6.

Citas de la Biblia I


“En verdad, en verdad os digo,

Si el grano de trigo no cae a la tierra y muere,

Queda él solo, mas si muere, lleva mucho fruto.

Quienquiera que entregue su vida, la salvará

Quienquiera que trate de salvar su vida, la perderá” 

                                                                                                 Juan 12: 24-25.

lunes, 7 de mayo de 2012

Conocer la verdad desde perspectivas


Pero “¿Y qué si la verdad fuera una mujer?”[1] ¿Y si es una mujer, y debe ser cortejada sutilmente, en lugar de aplastarse con discursos de omnipotencia y pretendida omnisciencia? De suerte que para conocer a una mujer se requiere paciencia, esmero y humildad. Todo esto será muy fácil mientras la queramos suficiente.


[1] Nietzsche, F. Más allá del bien y del mal. Santiago: Centro Grafico (2005) p.5

sábado, 5 de mayo de 2012

Una nación en paz



Fragmento del discurso pronunciado por Nelson Mandela celebrando el fin del apartheid sudafricano y la constitución de la república democrática. 10 de mayo de 1994

Con nuestra presencia aquí y hoy y con nuestras celebraciones en otras regiones del país y del mundo, glorificamos esta libertad que acaba de nacer y en la que depositamos todas nuestras esperanzas. De un dramático desastre, demasiado tiempo prolongado, ha de nacer una sociedad que reafirmará su confianza en la nobleza del alma humana y alimentará nuestras vidas. Todo esto lo debemos a nosotros mismos, y al mundo entero.
Nosotros, los antiguos fuera de ley, tenemos hoy el raro privilegio de acoger en nuestro suelo a las naciones del mundo entero.
Ha llegado el momento de restañar las heridas.
Ha llegado el momento de tapar la brecha que nos separa.
Ha llegado el momento de construir.
Sabemos que el camino a la libertad no es simple.
Sabemos que nadie puede lograrlo solo.
Así pues, actuamos unidos, en pos de la reconciliación, hacia el nacimiento de un nuevo mundo.
Que la justicia sea la misma para todos.
Que la paz exista para todos.
Que haya trabajo, pan, agua y sal para todos.
Que cada uno de nosotros sepa que su cuerpo, su espíritu y su alma han sido liberados para que puedan florecer.
Que jamás, nunca jamás, este magnífico país reviva la experiencia de la represión de unos a manos de otros. 
Que reine la libertad.
Que el sol no se ponga jamás en una obra humana tan deslumbrante.
Dios bendiga a África.
Gracias.