Como decía Mario Vargas Llosa en su discurso al recibir el nobel, la ficción de la literatura y otras artes son un escape, a la vez que un reconocimiento: Que la realidad no es suficientemente buena.
Pongo este blog con algunos cuentos y ensayos modestos escritos por mí, para entrener a quién le interesen, aburrir a quién le afliga, aborrecer a algún desdichado perdido y con suerte, quizás, si Dios me lo permite, emocionar algún alma sensible.
Si cree encontrar errores ortográficos o de redacción, tenga con toda seguridad la certeza que es con intenciones artísticas o educativas, para que al darse cuenta de mi error se sintiese bien de su amplio conocimiento.

domingo, 27 de mayo de 2012

El loco



En el jardín de un manicomio encontré a un joven de rostro pálido, amable y lleno de admiración. Me senté a su lado y le pregunté:  “¿Por qué estás aquí?”.
Me miró con sorpresa y dijo: “Es una pregunta necia; sin embargo, te responderé. Mi padre quiso hacer de mi una reproducción de mi mismo, y lo mismo mi tío. Mi madre soñaba tener en mí la imagen de su ilustre padre. Mi hermana quiso ponerme a su esposo marino como ejemplo a seguir. Mi hermano pensaba que debería ser como él, un atleta perfecto.
Y mis maestros también, el doctor en filosofía, el maestro de música y el de lógica, habían determinado que yo fuese un reflejo de sus propias caras en un espejo.
Por todo eso vine a este lugar. Lo encontré más cuerdo. ¡Al fin puedo ser yo mismo!”.
Entonces se volvió hacia mí y continuó: “Pero dime, ¿tú también fuiste impulsado a este lugar por educación y buen consejo?”.
Y respondí: “No, soy un visitante”.
Y él contestó: “¡Ah, tú eres uno de esos que viven en el manicomio, pero al otro lado de la pared!”.
                           
                                                                                      Khalil Gibrán

No hay comentarios:

Publicar un comentario