Como decía Mario Vargas Llosa en su discurso al recibir el nobel, la ficción de la literatura y otras artes son un escape, a la vez que un reconocimiento: Que la realidad no es suficientemente buena.
Pongo este blog con algunos cuentos y ensayos modestos escritos por mí, para entrener a quién le interesen, aburrir a quién le afliga, aborrecer a algún desdichado perdido y con suerte, quizás, si Dios me lo permite, emocionar algún alma sensible.
Si cree encontrar errores ortográficos o de redacción, tenga con toda seguridad la certeza que es con intenciones artísticas o educativas, para que al darse cuenta de mi error se sintiese bien de su amplio conocimiento.

domingo, 23 de junio de 2013

El Club de Ajedrez



Oye... me metí al club de ajedrez ¡Nos vemos allí!
Me dijo sonriendo la niña más bonita de la clase con quien frecuentemente fantaseo y que no sabe más que mi nombre. ¿Por qué le interesaría semejante tontería de club? Yo entré solo porque era necesario para mi curriculum completarlo con una actividad ‘opcional’ y no hay nada más obligatorio para mí que jugar con esa tropa de ñoños, pero era mejor que tener que esforzarme en algún deporte y las artes tampoco se me dan bien. ¿Por qué me iba a decir a mí, venir a mi puesto, y por qué su sonrisa es tan endemoniadamente bella? No, seguramente ella también quiere cumplir con una actividad ‘opcional’ ¡Ya la veo aburrida en esas insufribles partidas! De todos modos tenía pensado ir solo al mínimo de asistencia, pero si va ella…
     - Ajá
¿EN SERIO?
La busqué a la salida para preguntarle por qué había elegido ese club.
     - Oye ehmm y ¿por qué te metiste al club de ajedrez?
     - ¿Te interesa saber?
     - Jaja solo me preguntaba
     - Es porque conozco a alguien que no se entera – y me guiñó sonriendo -
¡Dios! ¿Puede ser que ella en verdad…? ¡No! ¡Tranquilizate! El 90% de los hombres se hace estas fantasias y termina declarandose en alguna patética manera solo para ser rechazado en el acto. ¿pero y si…? Oh, no, no ¡Dios!