Como decía Mario Vargas Llosa en su discurso al recibir el nobel, la ficción de la literatura y otras artes son un escape, a la vez que un reconocimiento: Que la realidad no es suficientemente buena.
Pongo este blog con algunos cuentos y ensayos modestos escritos por mí, para entrener a quién le interesen, aburrir a quién le afliga, aborrecer a algún desdichado perdido y con suerte, quizás, si Dios me lo permite, emocionar algún alma sensible.
Si cree encontrar errores ortográficos o de redacción, tenga con toda seguridad la certeza que es con intenciones artísticas o educativas, para que al darse cuenta de mi error se sintiese bien de su amplio conocimiento.

sábado, 26 de marzo de 2011

Problemas del cristianismo


Ningún cristiano verdadero puede quedar impávido ante los dolores y pesares de la sociedad. Así mismo costaría, por lo menos la vida entera, juzgar que podría ser un cristiano verdadero. Si se trata de creer de ser “buena persona”, es decir, de guiarse por los códigos ético-morales que no se contradicen dentro de los 10 mandamientos (e ignorar todo el resto de las santas escrituras), entonces no hay ningún cristiano, ni ha habido jamás. Si se trata, por otro lado, de intentar cumplirlos a lo mejor de nuestras posibilidades, tampoco los ha habido en número. Si se trata de cumplirlos solo con los cristianos y para los cristianos, entonces cientos de Santos militares podrían ser nombrados como defensores de la religión frente a los herejes de sus respectivas épocas y lugares. Claro que si fuera por estándares actuales, probablemente serian dictadores en Libia.
Hoy la inmensa mayoría de los cristianos, como siempre ha ocurrido e igual que con toda religión, lo son porque se declaran, y lo declaran porque nacieron en un lugar especifico bajo ciertas reglas sociales o costumbres. Los españoles llegaron a América Latina, asesinaron a todos los indios que les molestaban y convirtieron al resto al catolicismo- no al cristianismo, pues en ese momento ya estaba vigente la contrarreforma- De tal modo evitamos, no a Dios gracias, las guerras por religión que han azotado y continúan azotando el resto del mundo, y hemos sufrido, en cambio, las de mitología política.
Si dejamos de lado a estos cristianos nominales, sin embargo, y nos quedamos con los pocos con fe real en su Dios, surge un nuevo tema. ¿Qué es la fe? Si es la creencia por creer, el no necesitar una razón o justificación, ni modo de percepción más que el discurso que la abuela o el cura nos haya hecho (que no viene del cielo esta idea, por cierto, en cual caso no habría biblia escrita) entonces nos vemos ante un verdadero dilema, pues la religión, por autoridad, requiere rechazar la mayoría de la ciencia.
Quien expone argumentos tales como “todo esto no puede ser todo una coincidencia” para argumentar en contra de hipótesis científicamente creadas está de hecho, abandonando el concepto de fe, que demanda imperativamente un abandono absoluto de todo cuestionamiento sobre las verdades escritas en la biblia y modificadas, aplicadas o convenientemente ignoradas a gusto por la Iglesia (siendo la católica la que más personas ha asesinado, más inocentes ultrajado y mas avances impedido en el progreso de toda la historia de la humanidad)
En este contexto surge la argumentación racional por la existencia de un padre creador, omnipresente y omnisapiente, a saber, Dios (pero no cualquier “Dios” con esas características, sino el Dios judeo-cristiano, el que, a pesar de ser absolutamente esencia, cambió radicalmente de un testamento al otro) Numerosas respuestas han surgido, la mayoría de tales silogismos pertenecen a vulgares falacias de fe de origen o de doble afirmación donde la conclusión está ya presente en las premisas, por ejemplo:
Todo tiene causa, el universo tiene, por tanto, una causa primera.
Dios es la causa primera
Se podría resumir el argumento en el modo “Dios porque Dios” o “Dios causa a Dios”, para llegar a todo tipo de razonamientos circulares tales como “dios es divino, lo divino es dios, lo divino es la causa, la causa es dios” pero no vale la pena mencionarlos.
Ahora, si se abandona la postura de la existencia física y definitoria de Dios, y se usa la figura como un nexo, una mitología, una historia inspiradora para explorar el aspecto espiritual el cual de otro modo permanece recluido, la iglesia es innecesaria. La exploración espiritual es espiritual porque es personal, no requiere mediación. Cierto que la experiencia grupal de una vivencia religiosa no autoritaria y arbitraria podría ser justificada como una exigencia social por expresarse, mas la historia es muy larga y dura para que la crueldad cruda con la que aquellos organismos, debidos en su raíz a la moral, puedan poseer algún tipo de respeto del mas mínimo tipo frente a todas las dimensiones de atrocidad humana en las que han reiteradamente aventurado y en que continúan enérgicamente participando. La iglesia no se trata de religión, se trata de reglas puestas por personas, de cargos y poderes, y dado su poder, incomparable a ningún otro, para poseer la voluntad misma de la gente, ha sido infestada y es hogar para la peor escoria jamás conocida.
Sucede que estas mismas metas metafísicas y trascendentes han sido momento para robar a los desgraciados mientras rezan. La cristiandad idealiza la pobreza, la hace deseable, vigorosamente desprecia el mundo palpable, convirtiéndolo así en un lugar temible, indeseable, y a todas aquellas conductas naturales para la especie, no provenientes de una visión abstracta del paraíso, en inmoralidades reprochables, “pecados”. La homofobia occidental y la miseria sexual reprimida son en su mayor parte explicadas por esto. Si Lévi-Strauss contempló impactado la sanidad con la que tribus africanas vivían su vida sexual, es porque aquellas religiones no habían decidido aun establecer una infinidad de patrones estáticos morales apegados a legalidades antiquísimas para toda la eternidad. Cierto egocentrismo intrínseco a la visión cristiana caracteriza los problemas con el asesinato de millones de indoamericanos, islámicos, judíos y varios, la estafa de las indulgencias y la confesión, el robo sistemático a las naciones y pueblos, la violación de los derechos humanos más fundamentales, este tipo de actitudes se encuentra en manos de cristianos desde el comienzo. La visión moralista hipócrita, misógina, llena de contradicciones, que tomó sus mitos centrales prestados de otras religiones para aceptar las maldades y problemas reales, resignarse y preocuparse de aquellos que no afectan a nadie, diablos imaginarios.
Si hay algo que rescatar, es la sabiduría de algunas grandes personas que aun envueltos en el velo de corrupción actuaron. Puedo afirmar con convicción que si Jesús viera en que se convirtió su iglesia pocos años después de muerto, habría echado todo abajo para volver a comenzar. La religión ha sido y sigue siendo uno de los principales problemas para el progreso moral en el mundo, porque separa a la gente, inventa diferencias que no están allí, moviéndolas a otro lugar, al paraíso, el infierno, el nombre del dios o el malvado. Ese egocentrismo vil que nos mantiene en la oscuridad, pálidas grandes verdades que se pierden, de modo que nadie conoce las enseñanzas de, por ejemplo, Buda, y se preocupan de saber el color de la estrella sobre Jesús De Nazaret.
El nombre Cristo, sin embargo, entrega y quita mucho de la persona de Jesús, puesto que Jesús fue una persona, un hombre que quiso enseñar amor al prójimo, decir que fue “el hijo de Dios”, elevarlo a la categoría divina ha destripado mucho de lo decente y humano que había en su historia para mezclarlo en una mixtura confusa de profetas y mesías más antiguos que él. El nacimiento del 25 de diciembre, la posición de las estrellas, el trono celestial, todo eso no tiene nada que ver con querer al prójimo, y es por eso mismo que en la cristiandad hay tanto de lo que “Cristo” no habría sido nunca capaz.
¿Es noble ser cristiano? Si es para rescatar lo poco que hay de universal en ello, vale la pena, para cualquier otra cosa, mejor vea televisión.

100 argumentos para la existencia de Dios (húmor tomado de otra página)

  1. ARGUMENTO TRASCENDENTAL O PRESUPOSICIONALISTA (I)
    (1) Si la razón existe, Dios existe
    (2) La razón existe
    (3) Luego Dios existe
  2. ARGUMENTO COSMOLÓGICO O DE LA PRIMERA CAUSA (I)
    (1) Si digo que algo debe tener una causa, es que tiene una causa
    (2) Digo que el universo debe tener una causa
    (3) Luego el universo tiene una causa
    (4) Luego Dios existe
  3. ARGUMENTO ONTOLÓGICO
    (1) Defino que Dios es X
    (2) Luego como puedo concebir X, X debe existir
    (3) Luego Dios existe
  4. ARGUMENTO ONTOLÓGICO (II)
    (1) Puedo concebir un Dios perfecto
    (2) Una de las cualidades de la perfección es la existencia
    (3) Luego Dios existe
  5. ARGUMENTO ONTOLÓGICO MODAL
    (1) Una de dos: Dios es necesario o innecesario
    (2) Dios no es innecesario, luego Dios debe ser necesario
    (3) Luego Dios existe
  6. ARGUMENTO TELEOLÓGICO
    (1) Mira el mundo/el universo/una jirafa, ¿no son complejos?
    (2) Sólo Dios puede haberlos hecho tan complejos
    (3) Luego Dios existe
  7. ARGUMENTO DE LA BELLEZA O DEL DISEÑO/TELEOLÓGICO
    (1) ¿No es esa niña/esa puesta del sol/esa flor bellísima?
    (2) Sólo Dios puede haberlos hecho tan bellos
    (3) Luego Dios existe
  8. ARGUMENTO DEL MILAGRO (I)
    (1) Mi tía tenía cáncer
    (2) Los médicos le pusieron unos tratamientos terribles
    (3) Mi tía le rezó a Dios y ahora no tiene cáncer
    (4) Luego Dios existe
  9. ARGUMENTO MORAL (I)
    (1) La persona X, un conocido ateo, era moralmente inferior a todos nosotros
    (2) Luego Dios existe
  10. ARGUMENTO MORAL (II)
    (1) Cuando era joven molestaba, bebía, fumaba, apostaba, abusaba de niños, robaba, asesinaba, era un auténtico bastardo
    (2) Todo eso cambió cuando me volví religioso
    (3) Luego Dios existe
  11. ARGUMENTO DE LA CREACIÓN O DE LA INCREDULIDAD PERSONAL (I)
    (1) Si la evolución es falsa, el creacionismo es cierto y por tanto Dios existe
    (2) La evolución no puede ser cierta, dado que carezco de la capacidad intelectual para entenderla, y además aceptarla me haría sentir incómodo
    (3) Luego Dios existe
  12. ARGUMENTO DEL MIEDO
    (1) Si no hay Dios, dejaremos de existir al morir
    (2) Eso me da miedo
    (3) Luego Dios existe
  13. ARGUMENTO DE LA BIBLIA
    (1) [Pasaje arbitrario del Antiguo Testamento]
    (2) [Pasaje arbitrario del Nuevo Testamento]
    (3) Luego Dios existe
  14. ARGUMENTO DE LA INTELIGENCIA
    (1) Mira, no le veo ningún sentido a intentar explicaros el tema a vosotros, estúpidos ateos, es demasiado complicado para que lo entendáis. Dios existe, te guste o no
    (2) Luego Dios existe
  15. ARGUMENTO DE LA FALTA DE INTELIGENCIA
    (1) Vale, no pretendo ser tan inteligente como vosotros, chicos, realmente habéis leído mucho. Pero yo leo la Biblia, y nada de lo que puedas decirme me convencerá de que Dios no existe. Lo siento en mi corazón, y tú también lo sentirías si le dejases entrar en tu vida. «Oh Dios quien amó tanto e mundo que nos mandó a su hijo, y quien crea en él nunca desaparecerá de entre nosotros.» Juan 3:16
    (2) Luego Dios existe
  16. ARGUMENTO DE LA CREENCIA
    (1) Si Dios existe, debería creer en él
    (2) Creo en Dios
    (3) Luego Dios existe
  17. ARGUMENTO DE LA INTIMIDACIÓN
    (1) ¿Ves esta enorme hoguera?
    (2) Luego Dios existe
  18. ARGUMENTO PARENTAL
    (1) Mi mamá y mi papá me han dicho que Dios existe
    (2) Luego Dios existe
  19. ARGUMENTO DE LOS NÚMEROS
    (1) Millones y millones de personas creen en Dios
    (2) No pueden estar equivocadas, ¿a que no?
    (3) Luego Dios existe
  20. ARGUMENTO DEL ABSURDO
    (1) Maranathra!
    (2) Luego Dios existe
  21. ARGUMENTO DE LA ECONOMÍA
    (1) Dios existe, hijos de puta
    (2) Luego Dios existe
  22. ARGUMENTO DE BOATWRIGHT
    (1) Jajaja!
    (2) Luego Dios existe
  23. ARGUMENTO DE DORE
    (1) Olvidé tomar mis medicinas
    (2) Luego soy Jesucristo
    (3) Luego Dios existe
  24. ARGUMENTO DEL GUITARRISTA
    (1) Eric Clapton es Dios
    (2) Luego Dios existe
  25. ARGUMENTO DE LA AUTORIDAD DE INTERNET
    (1) Hay un sitio web que prueba con éxito la existencia de Dios
    (2) Ésta es la URL
    (3) Luego Dios existe
  26. ARGUMENTO DE LA INCOMPRENSIBILIDAD
    (1) Flabble glurk zoom boink blubba snurgleschnortz ping!
    (2) Nadie ha refutado (1)
    (3) Luego Dios existe
  27. ARGUMENTO DEL EVANGELISTA AMERICANO
    (1) Decirle a la gente que Dios existe me ha hecho inmensamente rico
    (2) Luego Dios existe
  28. ARGUMENTO DE MITCHELL
    (1) El Dios de los cristianos existe
    (2) Luego todos los puntos de vista que no asumen la existencia del Dios cristiano son falsos e incomprensibles
    (3) Luego Dios existe
  29. ARGUMENTO DE LA CEGUERA (I)
    (1) Los ateos son ciegos espirituales
    (2) Luego Dios existe
  30. ARGUMENTO DE LA CEGUERA (II)
    (1) Dios es amor
    (2) El amor es ciego
    (3) Stevie Wonder es ciego
    (4) Stevie Wonder es Dios
    (5) Luego Dios existe
  31. ARGUMENTO DE LA FALIBILIDAD
    (1) El razonamiento humano es inherentemente difuso
    (2) Luego no hay una forma razonable de desafiar una proposición
    (3) Propongo que Dios existe
    (4) Luego Dios existe
  32. ARGUMENTO DEL ENGREÍDO
    (1) Dios existe
    (2) No me importa una mierda si crees o no, tengo mejores cosas que hacer que convencerte, pedazo de capullo
    (3) Luego Dios existe
  33. ARGUMENTO DEL META-ENGREIDO
    (1) Que te den
    (2) Luego Dios existe
  34. ARGUMENTO DE LA MANIFESTACIÓN
    (1) Si giras la cabeza y te mueves un poco, podrás ver la imagen de un viejo con barba sobre tu tortilla
    (2) Luego Dios existe
  35. ARGUMENTO GOLOSO
    (1) Mi tostadora es Dios
    (2) Luego Dios existe
  36. ARGUMENTO DE LA DEVASTACIÓN INCOMPLETA
    (1) Un avión se estrelló, falleciendo 143 pasajeros y la tripulación
    (2) Sobrevivió un niño con sólo quemaduras de tercer grado
    (3) Luego Dios existe
  37. ARGUMENTO DE LOS MUNDOS POSIBLES
    (1) Si todo fuese diferente, todo sería diferente
    (2) Eso sería malo
    (3) Luego Dios existe
  38. ARGUMENTO DEL DESEO DIÁFANO
    (1) Creo en Dios, creo en Dios, creo, creo, creo, creo en Dios
    (2) Luego Dios existe
  39. ARGUMENTO DESDE LA NO CREENCIA
    (1) La mayoría de la población mundial no cree en el cristianismo
    (2) Eso es justo lo que Satán pretendía
    (3) Luego Dios existe
  40. ARGUMENTO DE LA EXPERIENCIA DESPUÉS DE LA MUERTE
    (1) La persona X era un ateo y se murió
    (2) Ahora se ha dado cuenta de su error
    (3) Luego Dios existe
  41. ARGUMENTO DEL MENSAJE EMOCIONAL
    (1) Dios te ama
    (2) ¿Cómo puedes ser tan insensible como para no creer en él?
    (3) Luego Dios existe
  42. ARGUMENTO DEL MENSAJE DEL SACRIFICIO
    (1) Dios murió por tus pecados
    (2) Luego Dios existe
  43. ARGUMENTO DE LA CHARLA INCOHERENTE
    (1) ¿Ves esa persona en la iglesia balbuceando incoherencias?
    (2) Así es cómo se revela la sabiduría infinita
    (3) Luego Dios existe
  44. ARGUMENTO DE OPRAH
    (1) El espíritu humano existe
    (2) Luego Dios existe
  45. ARGUMENTO DE OPRAH (II)
    (1) Míra este videoclip
    (2) ¿Cómo puede alguien ver esto y no creer en Dios?
    (3) Luego Dios existe
  46. ARGUMENTO CALVINISTA O DEL TERTULIANO
    (1) Si Dios existe, entonces me dejará ver cómo te tortura eternamente
    (2) Me mola la idea
    (3) Luego Dios existe
  47. ARGUMENTO DE LA VAJILLA
    (1) Los platos no van por ahí dándole órdenes al alfarero
    (2) Luego Dios existe
  48. ARGUMENTO DE LA PRODUCCIÓN EN MASA
    (1) Alguién diseñó la muñeca Barbie
    (2) Si la muñeca Barbie fue diseñada, también lo fueron los árboles
    (3) Luego Dios existe
  49. ARGUMENTO DEL PARROQUIALISMO
    (1) Dios está en todas partes
    (2) No hemos estado en todas partes, así que no podemos probar que no estuviera en alguna de ellas
    (3) Luego Dios existe
  50. ARGUMENTO DE LA AFIRMACIÓN EN MAYÚSCULAS
    (1) DIOS EXISTE, VE ACOSTUMBRÁNDOTE
    (2) Luego Dios existe
  51. ARGUMENTO DEL RETORNO INFINITO O DE LA PRIMERA CAUSA (II)
    (1) Pregúntale a un ateo qué causó el Big Bang
    (2) Independientemente de la respuesta, pregúntale cómo lo sabe
    (3) Sigue hasta que el ateo admita no saber la respuesta a una de tus preguntas
    (4) ¡Tú ganas!
    (5) Luego Dios existe
  52. ARGUMENTO DE LA INCREDULIDAD
    (1) ¿Cómo podría Dios no existir, inútil?
    (2) Luego Dios existe
  53. ARGUMENTO DE LA HISTORIA
    (1) La Biblia es cierta
    (2) Luego en la Biblia se cuentan hechos históricos
    (3) Luego Dios existe
  54. ARGUMENTO DE LA RESURRECCIÓN
    (1) La prueba de que Dios existe estará disponible el día que resucites desde tu tumba
    (2) Luego Dios existe
  55. ARGUMENTO DE LA BIOGÉNESIS
    (1) ¿De dónde vino Adán, entonces?
    (2) Luego Dios existe
  56. ARGUMENTO DEL CARISMA
    (1) Mucha gente que realmente mola cree en Dios durante toda su vida
    (2) Luego Dios existe
  57. ARGUMENTO DE LA SOLEDAD
    (1) Los cristianos dicen que Jesús es su mejor amigo
    (2) Estoy solo, necesito un mejor amigo
    (3) Luego Dios existe
  58. ARGUMENTO DE LA DISCUSIÓN
    (1) Dios existe
    (2) [Razonamiento en contra del ateo]
    (3) Sí, existe
    (4) [Razonamiento en contra del ateo]
    (5) Que sí, existe
    (6) [Razonamiento en contra del ateo]
    (7) QUE SÍ
    (8) [El ateo se cansa y se va a su casa]
    (9) Luego Dios existe
  59. ARGUMENTO DE LA INTERPRETACIÓN CREATIVA
    (1) Lo que sientes al mirar a un recién nacido
    (2) El amor de una madre por su hijo
    (3) Esa voz que permanece en tu corazón
    (4) El potencial de la raza humana para superar las dificultades
    (5) Una puesta de sol
    (6) El sabor de un helado en un día caluroso
    (7) Luego Dios existe
  60. ARGUMENTO DE LA INSEGURIDAD
    (1) Hemos estado mucho tiempo razonando para establecer que los ateos son unos capullos de los que reirse
    (1.5) En realidad lo hemos hecho esperando curar así nuestra propia inseguridad hacia el teísmo, pero no hay posibilidad de que lo admitamos nunca
    (2) Luego los ateos son capullos de los que reírse
    (3) Luego Dios existe
  61. ARGUMENTO DE LA SUPERIORIDAD
    (1) Si Dios no existe, soy un ser inferior, dado que no soy especial en ningún sentido cósmico
    (2) Pero soy superior, porque soy cristiano
    (3) Luego Dios existe
  62. ARGUMENTO DE LA MORAL ABSOLUTA
    (1) Si hay estándares morales absolutos, Dios existe
    (2) Los ateos dicen que no hay estándares morales absolutos
    (3) Pero eso es porque no quieren admitir que son unos pecadores
    (4) Luego hay estándares morales absolutos
    (5) Luego Dios existe
  63. ARGUMENTO DE LA NECESIDAD
    (1) Los ateos dicen que no necesitan a Dios
    (2) Lo cual quiere decir que necesitan a Dios
    (3) Luego Dios existe
  64. ARGUMENTO DE LA LÓGICA OCULTA (I)
    (1) Intelectualmente, sé que la existencia de Dios es imposible o al menos devastadoramente improbable
    (2) Sin embargo, es necesario aparecer como intelectual y carismático ante mis colegas apologistas de la religión
    (3) Luego debo pretender que (1) es falsa
    (4) Luego Dios existe
  65. ARGUMENTO DE LA LÓGICA OCULTA (II)
    (1) Los ateos dicen que Dios no existe
    (2) Pero sólo dicen eso porque tienen que aparecer como intelectuales y carismáticos ante sus colegas apologistas del ateísmo
    (3) A mí no me engañan
    (4) Luego Dios existe
  66. ARGUMENTO DE LA INDULGENCIA
    (1) Los ateos prefieren pensar que pueden controlar sus emociones
    (2) Pero son ateos, así que no pueden
    (3) Luego necesitan indulgencia ante cualquier sentimiento posible sin sentir que cometen un pecado
    (4) Esto sólo quiere decir que necesitan a Dios en sus vidas
    (5) Luego Dios existe
  67. ARGUMENTO DEL ODIO
    (1) Algunos ateos odian a los cristianos y a la cristiandad
    (2) Por eso no creen en Dios
    (3) Patético, ¿verdad?
    (4) Luego Dios existe
  68. ARGUMENTO DE QUENTIN SMITH
    (1) Quentin Smith dice que Dios no existe
    (2) Pero Dios existe
    (3) Luego Quentin Smith no puede ser aceptado como un experto en la materia, porque está equivocado
    (4) Luego Dios existe
  69. ARGUMENTO DEL ESPÍRITU MALIGNO
    (1) Acabo de contactar con un espíritu maligno
    (2) Luego Dios existe
  70. ARGUMENTO DE KENT HOVIND
    (1) No me gusta trabajar para vivir
    (2) No quiero pagar impuestos
    (3) Puedo conseguir que algunos fundamentalistas me manden dinero
    (4) Puedo utilizar la exención a la práctica religiosa para quedármelo todo
    (5) Luego Dios existe
  71. ARGUMENTO DEL DESAFÍO DE KENT HOVIND
    (1) Kent Hovind ofrece 250.000$ —que podrían o no existir— a cualquiera que demuestre la evolución —definida como un origen natural y sin causa de la vida en el universo— sin duda razonable —es decir, con un 100% de certeza, sin otras posibilidades— frente a un comité neutral —con miembros escogidos por el propio Hovind— y de acuerdo a un criterio determinado —cuidadosamente definido de manera que no haya forma alguna de enfrentarse al desafío.—
    (2) Ningún ateo se ha presentado al desafío
    (3) Luego Dios existe
  72. ARGUMENTO DE LA LOCURA
    (1) Nadie en su sano juicio podría haber inventado el cristianismo
    (2) Luego debe ser cierto
    (3) Luego Dios existe
  73. ARGUMENTO DEL CANSANCIO
    (1) ¿Estás de acuerdo con la proposición trivial X?
    (2) Ateo: Por supuesto
    (3) ¿Y qué tal la proposición levemente modificada X’?
    (4) Ateo: Uhm, no del todo
    (5) Dado que estamos de acuerdo, ¿qué tal con Y? ¿Es cierta?
    (6) Ateo: No, de hecho no estuve de acuerdo con X’
    (7) Bien, con la veracidad ya claramente establecida, seguro que estás de acuerdo con que Z también es cierto
    (8) Ateo: No, de hecho sólo estaba de acuerdo con X, ¿de qué va esto?
    (9) Que bien que estemos de acuerdo…
    (…)
    (37) Así pues, hemos utilizado las proposiciones X, X’, Y, Y’, Z, Z’, P, P’, Q y Q’ para llegar al punto R, el cual es obviamente válido, ¿de acuerdo?
    (38) Ateo: Como he dicho antes, hasta ahora sólo he estado de acuerdo con X, ¿adónde va a llevarnos esto?
    (…)
    (81) Así que se concluye que las proposiciones L”, L”’ y J son ciertas, ¿de acuerdo?
    (82) Ateo: NO HE ESTADO DE ACUERDO CON NADA DESDE X
    (…)
    (177) De donde se sigue que las proposiciones HRV, SHQ” y BTU’ son también obviamente ciertas, ¿de acuerdo?
    (178) [El ateo se larga, visiblemente disgustado]
    (179) Luego Dios existe
  74. ARGUMENTO DE MR. GOODSALT O DE LA DUDA GENERAL
    (1) Pregunta a la población atea: [Pregunta aleatoria y estúpida]
    (2) Su respuesta es incorrecta
    (3) Luego Dios existe
  75. ARGUMENTO PEACOCK DE LA ORIGINALIDAD
    (1) He escrito esto para demostrar la existencia de Dios
    (2) [Insértese un texto pirateado de William Lane Craig]
    (3) Luego Dios existe
  76. ARGUMENTO PEACOCK DEL VOCABULARIO LIMITADO
    (1) Usas muchas grandes palabras
    (2) Luego no se espera de mí que entienda tu refutación a mis premisas
    (3) Luego Dios existe
  77. ARGUMENTO PEACOCK DE LA MEMORIA SELECTIVA
    (1) [Cristiano hace una pregunta estúpida]
    (2) [Ateo contesta diligentemente]
    (3) [Tiempo muerto]
    (4) [Cristiano repite la pregunta]
    (5) [Ateo repite la respuesta]
    (6) [Pausa]
    (7) [Cristiano vuelve a repetir la pregunta]
    (8) [Ateo vuelve a repetir la respuesta]
    (9) [Pausa]
    (10) Cristiano: ¡No has contestado a mi pregunta!
    (11) Luego Dios existe
  78. ARGUMENTO DE LA ECONOMÍA DIVINA
    (1) Las naciones cristianas protestantes son las más ricas
    (2) Luego Dios existe
  79. ARGUMENTO DE LA SALUD MENTAL
    (1) He tenido experiencias religiosas que no podrían explicarse a no ser que esté loco o que Dios exista.
    (2) Luego Dios existe
  80. ARGUMENTO DE LA LONGEVIDAD INSTITUCIONAL
    (1) La iglesia católica romana lleva por aquí mucho tiempo
    (2) Luego Dios existe
  81. ARGUMENTO DE LA INEVITABILIDAD
    (1) Tengo una prueba de que Dios existe
    (2) No me voy a molestar en contártela, porque como eres ateo, serías hostil a mi conclusión de cualquier forma
    (3) Luego Dios existe
  82. ARGUMENTO DE MATRIX
    (1) No podemos probar que no vivamos en un mundo como el de Matrix
    (2) Luego no podemos conocer la realidad
    (3) Y si la realidad es contingente, entonces todo es posible
    (4) Luego Dios existe
  83. ARGUMENTO DE LA SUBJETIVIDAD
    (1) Todo es subjetivo
    (2) Ninguna prueba subjetiva puede ser superior a otra prueba subjetiva
    (3) Basándome en mi opinión subjetiva, tu opinión de que Dios es subjetivo también es subjetiva y por lo tanto falsa
    (4) Luego Dios existe ¡objetivamente!
  84. ARGUMENTO DEL POSMODERNISMO
    (1) Te voy a demostrar que Dios existe
    (2) [Insértese cualquier otro argumento en esta página]
    (3) [El ateo lo refuta]
    (4) No puedo probar que hay un Dios más allá de lo que cualquiera de vosotros puede demostrar que existimos en un mundo tangible
    (5) Luego Dios existe
  85. METAPRUEBA
    (1) Hay una prueba de la existencia de Dios
    (2) Si el lector leyese esta prueba, la existencia de Dios le quedaría demostrada
    (3) Si la existencia de Dios es demostrada, Dios existe
    (4) Luego Dios existe
  86. PRUEBA DE LA ANECDOTA
    (1) Dios puede ser visto por cualquiera que crea en él
    (2) Si alguien ve a Dios, es que existe
    (3) Yo he visto a Dios
    (4) Luego Dios existe
  87. ARGUMENTO DE LA HISTORIA BÍBLICA
    (1) Muchos historiadores modernos aceptan que probablemente existió alguien llamado Jesús en el pasado
    (2) Luego Dios existe
  88. ARGUMENTO DE LA MAGIA
    (1) Un día había unos demonios bailando sobre mi techo. Rezé y se fueron
    (2) Debo decir que eran excelentes bailarines
    (3) Luego Dios existe
  89. ARGUMENTO DE LA MAGIA (II) O DE DAVID BLAINE
    (1) Si David Blaine hace magia de verdad, Dios existe
    (2) Le he visto en la tele y parecía de verdad
    (3) Luego Dios existe
  90. ARGUMENTO RANDMAN
    (1) Esta entrada de la enciclopedia World Book sobre la evolución contiene algunos errores que reclamo suficientemente demostrados
    (2) Doctor Biologo-Evolucionista, vea que esto prueba que la evolución es un concepto que no puede ser considerado enteramente científico
    (3) Luego Dios existe
  91. ARGUMENTO DE LA MULTIPLICIDAD O ARGUMENTO METACROCK
    (1) Tengo muchos argumentos a favor de la existencia de Dios
    (2) Alguno de ellos debe ser cierto
    (3) Luego Dios existe
  92. ARGUMENTO DE LA COINCIDENCIA FORTUITA
    (1) Pero, ¿qué está pasando aquí?
    (2) Algo que ha pasado otras veces antes
    (3) Luego Dios existe
  93. ARGUMENTO DEL MISTERIOSO USO DE PREPOSICIONES
    (1) Es imposible probar que Dios no existe con un intelecto humano que nunca puede ser más elevado que el de Dios
    (2) ¿Cuánto mides?
    (3) Por la expresión de tu cara, intuyo que no eres demasiado alto
    (4) Luego Dios —que es más alto que tú— existe
  94. ARGUMENTO DEL MOVIMIENTO CRISTIANO ADOLESCENTE
    (1) Dios se sale, tío, y si pretendieras que te molan bandas como Creed o POD, ya te habrías dado cuento
    (2) Además, el jefe de mi pandilla una vez se rompió una pierna, y el Señor todopoderoso se la curó
    (3) Luego Dios existe
  95. ARGUMENTO DE HABLAR IDIOMAS
    (1) Mi amigo una vez empezó espontáneamente a hablar en una jerga que a mí me parecía ruso
    (2) Pero ni él ni yo sabemos ruso
    (3) La única explicación es Dios
    (4) Luego Dios existe
  96. ARGUMENTO DE LA HISTORIA EUROPEA
    (1) Muchos pensadores de la Europa pre-moderna creían en Dios
    (2) Olvidemos el siglo diecinueve y el veinte
    (3) Luego Dios existe
  97. ARGUMENTO DEL DISEÑO (I) O ARGUMENTO PALEY O ARGUMENTO DEL DISEÑO/TELEOLÓGICO (III)
    (1) Si hay un diseñador entonces Dios existe
    (2) Si encuentro un reloj en un bosque, debe haber un diseñador
    (3) [Lanzo un reloj al bosque]
    (4) Luego Dios existe
  98. ARGUMENTO DEL DISEÑO (II) O ARGUMENTO DE LA INCREDULIDAD PERSONAL (II) O ARGUMENTO DEL DISEÑO/TELEOLÓGICO (IV)
    (1) ¿Verdad que X es magnífico?
    (2) No entiendo cómo podría ser X sin algo más —que ni conozco ni entiendo— que cree a X
    (3) Este algo más debe ser Dios porque no se me ocurre una mejor explicación
    (4) Luego dios existe
  99. ARGUMENTO DE LA OFENSA
    (1) Dios existe
    (2) [El ateo da argumentos en contra]
    (3) Tío, me has ofendido
    (4) Luego Dios existe
  100. ARGUMENTO DE LA BENDICIÓN
    (1) Dios existe
    (2) [El ateo da argumentos en contra]
(3) Tienes mi bendición

jueves, 24 de marzo de 2011

Voces en el agua

Caminaban un monje, un noble y un niño por el bosque cuando llegaron a una laguna. Habiendo caminado mucho y demasiado tiempo, decidieron posarse a la sombra que el árbol en el instante les regalaba y disfrutar la frescura del agua antes de proseguir  su viaje.
De pronto, al asomarse a la laguna para beber, una voz susurró al monje:
-Hombre de Dios, acércate, reza tus deseos, que yo te los cumpliré.
El monje no dudó:
Quiero ser tonto, para no entender y angustiarme con los problemas del mundo, quiero ser feo, para que todos me juzguen solo por mi verdadera naturaleza, quiero ser pequeño, para que no parezca amenazante ni sea sobrevalorado, quiero ser pobre, para compartir el sufrimiento, quiero ser esclavo, para no tener nunca un destino incierto, para elevar mi alma por sobre el resto de los hombres.
La voz susurró nuevamente:
-Se cumplirá. Tú, conocedor de los asuntos de los hombres, acércate y canta tus deseos.
El noble se acercó:
Quiero ser Inteligente, para que me resulte fácil resolver mis problemas, quiero ser hermoso, para que otros me vean y sientan placer, quiero ser alto, para hacerme notar y no ser ignorado, quiero ser rico, para poseer el poder anhelado y necesario, para ser libre, para vivir mis sueños.
La voz habló una vez más:
-Se cumplirá. Tú, pequeño soñador, acércate y dime lo que quieres.
El niño dijo:
Quiero ser sabio, tener la fuerza para actuar lo mejor que pueda, quiero que mi persona refleje la belleza de mi alma, que mis ojos digan más que imágenes, quiero ser de mediana estatura, de modo que otros no me vean encima de ellos, ni me atormenten como alguien insignificante, quiero tener riqueza para no preocuparme de ella, pero no poseer hasta el punto de ser poseído por ella, pero más que nada quiero ser libre, para elegir mis cadenas, para que atrapado por ellas, pueda ayudar a los esclavos del mundo y sonreír donde más cuenta.
La voz respondió:
Bebe del agua entonces, pues solo tú podrás sentir su vida envolverte.

lunes, 21 de marzo de 2011

Refugiados


Entraron a la ciudad para ver la enorme estatua del Gran conquistador Felipe, el recién coronado emperador tenía ahora posesión sobre tres reinos y doce ducados, las rebeliones habían sido contenidas y Filipia era ahora conocida en todo el mundo como el imperio del momento. Los reinos independientes, incapaces de hacer frente a la amenaza bélica, comerciaban injustamente, ofreciendo alimento y vino como tributo para apaciguar la furia militar imparable, muchas veces recibiendo a cambio piezas de menor valor, monedas del imperio o ropa con telas que el mismo había robado del Asia.
Una de las razones por las cuales todos odiaban y temían Filipia era su anticuada posición sobre la esclavitud, donde los nobles de otra ciudad pagaban a su servidumbre, resultado de reiteradas rebeliones, en Filipia la esclavitud proliferante hacia de los palacios un zoológico de todo tipo de razas, tonos de piel, costumbres, idiomas y orígenes, unidos solo por el látigo que los ataba y las marcas quemabas en su piel en la conquista. Largas líneas surgían desde la frente y bajaban formando triángulos o cuadrados, a gusto del artista, de un blanco color que ninguna sustancia podía limpiar. Aquellas marcas brillaban a la luz del sol de modo que el mercado resonaba en las pieles de escoltas, cargando cara seda o exóticos brebajes, ofreciendo al sol una diana sin futuro ni sentido, efigies de carne perdidas en el caos de la ciudad.
Otros respetaban lo prodigioso de la riqueza que su poder le otorgaba, el imperio no mostraba el hambre, aun en la más lacerante y profunda miseria, los pobres y humillados, por destino fortuito o fortuna fatal, tenían al final del día, un pan roído para comer. La confusión de esta visión esperanzadora llamaba a los magistrados a sentarse tranquilos y los nobles dormir apacibles, la violencia, los asesinatos, violaciones y ofensas que otros recibieran eran asunto de naturaleza humana y a su juicio, Felipe hacia lo mejor posible.
Aristócratas y nobles de amplia estirpe debatían en la corte por asientos más cerca o lejos del palco Imperial, peleas por el poder minuciosas resultaban en frugalidades superfluas pues no poseían voz ni voto más que el dinero que su titulo les pudiera comprar en clanes mercenarios, algún asesinato oscuro o pariente envenado, pero no pasaba de frivolidades entretenidas, eso y nada más. Felipe no había sido noble en su niñez, y como el gran general que era, nombraba a sus magistrados según los compañeros de ejército que más confiaba, dejando a la nobleza a resolver sus asuntos y pagándoles mensualmente la ínfima parte de sus conquistas y tributos que la sangre les merecía.
Así se mantenía el orden, así era que todo el mundo caminaba por la calle ocupándose de sus asuntos, recordando y escuchando de vez en cuando calumnias sobre el vendedor de fruta o la esposa del duque, según quien fueras. Las crisis y las invasiones marginales eran a menudo ignoradas, escuchándose la noticia entre los ciudadanos al ver las legiones marchar en exaltación y salir de Filipolis. Solo cuando el emperador estaba a la cabeza se alteraban los ánimos, reemplazando los chismes con anécdotas insufribles sobre el terror de la federación Asiática. Esos profetas de la perdición eran, sin embargo, apabullantemente derrotados con historias de heroísmo y grandeza.
Un grupo de extranjeros entraba a la ciudad, huyendo de la probeza y miseria que habia causado, o tal vez sido consecuencia, de las incesante riñas entre facciones y etnias, interrumpidas solo por el casual tirano que ascendiera a fuerza del azar, colocando su familia como secta hegémonica, en estas circunstancias irrumpían en un distrito mugriento buscado futuro.
Una compatriota se les habia adelantado, una mujer rubia, de larga cabellera y ojos azules se acercó, su vestimenta tenia un cafe terroso, víctima de los barrios rústicos, sus piernas eran negras por caminar descalza el largo camino desde su tierra natal.
-¿Tiene una moneda para un huerfano de las afueras?-dijo con apenas fuerza para caracterizar su pregunta como súplica.
 El anciano líder respondia afligido en impotencia, mientras el resto del grupo se distrajo con la escena ambulante próxima.
Un niño, su padre y madre caminaban velozmente.
-!Camina más rápido, bastante es que tenga que cargar contigo todo el día y te tragues mi comida!-dijo la madre mientras asestaba un unico y certero golpe a mano abierta en la cabeza del infante.
-No le pegues tan fuerte, mira que si alguien la quiere comprar tiene que estar bonita-dijo el padre
La niña caminaba delante de ambos, sin mirar más que al frente, apurando todo lo posible sus pequeños pasos, sonidos huecos en la tierra se perdían en irrebocable sigilo, en medio de carretas de comerciantes cargadas de alimento y atentos criminales mirando desde lo alto, como aguilas en vuelo, o paseando escoltados por colosales hombres, manteniendo las manos en sus bolsillos.
El grupo de extranjeros intercambió un minuto de conspirativos susurros y, aún entre murmullos, dieron la vuelta y cruzaron nuevamente la puerta de la ciudad, esta vez para no volver nunca más.



miércoles, 16 de marzo de 2011

Pensar positivo

"La oveja y el lobo nunca se ponen de acuerdo en una definición de la libertad"
                                                                                                                  Abraham Lincoln
Algunas corrientes psicológicas han comenzado desde hace algunos años a cuestionarse el problema del sufrimiento desde la perspectiva de la búsqueda de la felicidad. Recientemente se ha popularizado, a través del couching y otros ciertos mecanismos heredados del imperio estadounidense, la visión de la felicidad como algo perfectamente posible y realizable, exaltando cualidades del individuo, señalando ciertas aptitudes y actitudes que debiéramos tener para alcanzarla. Esta viene a oponerse a la psicologia clásica que intenta llevar al individuo a “un estado de miseria normal”. Sin entrar en polémicas sobre lo neurótico de la segunda, surge la pregunta apremiante sobre aquello que los medios nos entregan reiteradamente y en los medios empresariales se trata de la premisa victoriosa:
¿Cómo contextualizar una visión positiva de la vida en el contexto de una sociedad sociopática, donde muchas de las conductas que habríamos de corregir requieren un espíritu crítico, que al contrario de ser fomentado, se censura por loa cultura de masas, el couching, las “noticias”, y todo aquello que viene a distraernos de lo mas inmediatamente personal, que aqueja al individuo?
Además de lo insensato que es pensar en términos de “positivo/negativo” que despliega una ignorancia prodigiosa, hay que reconocer que a menudo los problemas del individuo son problemas de la sociedad. Hitler fue una manifestación de una Alemania devastada por el tratado de Versalles, humillada hasta los extremos más lacerantes, explotada por los países industrializados con poderío hegemónico como Inglaterra de la época. Si vamos al cine comercial y al supermercado sin darnos cuenta de lo ficticio de aquellos lugares, de aquellas replicas en serie de la cultura capitalista decadente, es porque no tenemos voluntad o memoria para ver esos almacenes de barrio, esas películas verdaderamente artísticas, ese contexto oculto bajo el teatro de abstracción y artificie circense. Ocurre con frecuencia que nos encontramos haciendo algo sin ver un fin ni propósito, inmediato o trascendente, no ir al cine porque me gusta ese director, ese actor, ese tema, sino simplemente porque no tengo en que gastar mi dinero ni ocurrencias para pasar el tiempo. Ahí la prisión arregla el problema que podría surgir en esa alma libre con los “panoramas del fin de semana”, “las noticias”, el “pensar positivo” y toda clase de comportamientos esquizoides. No tomo Coca-Cola porque me guste más o menos que la Inca-cola, sino porque es simplemente lo que hay. Si es cierto que “La brevedad es el alma del ingenio”, más vale que hagamos algo con ella.
No se trata de sufrir constantemente, torturados por aquello que muy probablemente no podemos cambiar, pero el verdadero optimismo, la autentica felicidad es la de una persona que sin entregarse a los círculos interminables de la pregunta filosófica, se pregunta de vez en cuando qué es lo que le gusta y qué es lo que debería hacer mejor “Nadie ama a su patria porque es grande, sino porque es suya” De otro modo caemos en el dogma de la felicidad del mismo modo que la Iglesia católica medieval, corriendo el riesgo de correr hacia una cruzada que pocos esperábamos, y encontrarnos al final de nuestras vidas en ese precipicio abismal, contemplando una vida gobernada por frivolidades que nunca han sido nuestras, y nunca lo serán.

Pañuelito querido


Cuentan por ahí las malas lenguas que Valentina Pizarro, casada con el respetable dueño de una empresa de seguridad, anda con amante. Cuentan porque ven, como ocurre siempre, menos de lo que hay.
 Cierto que Valentina y su esposo se llevan mal, cierto que ella lo mira de rehojo en la mañana con desprecio y canta contenta comprando sola en el súper. La culpa la tiene toda su pañuelo.
Sucede que Valentina estuvo enamorada de un joven con buena pinta y mala gana por cuatro años, dicho joven corría todo el día de arriba abajo pasando minucias de papeles por la empresa y ella, como secretaria, recibía siempre con mejillas rojas.
Un día el querido apuesto desgraciado tuvo la pésima idea de regalar un pañuelo. Era amigo secreto y por esas imprevisibles circunstancias a este tipo le tocó Valentina, era él un poco romántico y rebelándose contra el casi obligatorio chocolate, dio un pañuelo.
Ella habiendo escuchado demasiadas canciones de amor recibió un fetiche. Por los siguientes cuatro años dicho pañuelo estuvo asfixiándose en su cartera. De allí no salió más que para ser adorado en noches solitarias.
En algún momento el dueño decidió aparecerse por su empresa, dejando el estrago correspondiente. Despidos justos, como el del suche de los papeles, fueron ejecutados sin clemencia. En efecto el tipo de los papeles llevaba una polera azul de muy mal gusto, y por tanto fue despedido.
Valentina se casó con el primer tarado que apareció, que para su fortuna nadaba en dinero. Se peleaban todas las noches, y todas las noches rezaba aun, a  su pañuelo, convocando con algunos maleficios al añorado príncipe azul.
Una noche borracha el señor entró y le pego a su esposa. El señor repitió la rutina con algún metódico criterio hasta ahora desconocido, y la querida Valentina padecía con fe. El señor era, después de todo, su pastor.
Por ahí en la calle, a las dos de la mañana, caminaba pateando latas una desastrada polera azul frente a la casa de Valentina, pateaba y pateaba cuando vio un pañuelo descocido en la calle. Estaba teñido rojo.
Lo recogió con delicadeza del piso y lo contempló sorprendido. Venía a él algún vago recuerdo cuando lo atropelló el frenético porsche que escapa desde atrás de él.
Dicen por ahí  que el suche de los papeles mató a la dulce Valentina en su casa por la noche, si lo agarraron fue por suerte y mera suerte que el respetable señor iba saliendo en su auto. Ahora está el desgraciado en prisión y Valentina descansa.

Aventuras en un bar

Caminaba por un oscuro y húmedo pantano cuando al fin su sed de aventura fue satisfecha con una taberna abierta en el camino. Qué haría un agujero de mala muerte allí es algo que dejaremos a la imaginación del dueño. Entró decididamente, sin mirar a nadie a los ojos se dirigió al hombre barbudo detrás de la barra, a quien en menos de un segundo miró, hizo un gesto de asco por la mancha de algún sospechoso liquido en su ya harapienta camisa, y saludó, terminando así la conversación con una única palabra: “Cerveza”
Tragó sin interrumpir la mitad del vaso, el cual luego golpeó contra la barra antes de darse la vuelta y mostrar cara desafiante hacia los hombres del lugar. A su lado yacía un algo borracho enano quien le miraba con desprecio. Nadie se digno a retornarle más que una fugaz ojeada, de modo que sacó del cinturón su daga y la coloco junto a su cerveza, al tiempo que daba un excesivamente alto “meh” en resignación
El enano continúo mirándolo varios segundos antes que recibiera atención
-¿Que miras?-dijo el enano, cuya barba superaba incluso al desastrado dueño
-A alguien buscando una paliza-El hombre giro 90 grados hacia el enano sin levantarse
-Que divertido, debes estar mirando un espejo-el hombre tocó su daga con la mano derecha
El enano continuo mirándolo a los ojos al tiempo que depositaba una masiva hacha, del tamaño de su cuerpo en la mesa con una sola mano. El hombre la miró tratando ocultar su evidente preocupación, que de todos modos apareció por un instante en su boca.
-Te degollaría el cuelo antes que rozara mis cabellos
-No tenía pensado apuntar ahí-dijo afirmando fuertemente el mango de su arma
La puerta del local voló en pedazos y un enorme hombre entraba, detrás de él varios de estatura mediana parecían sus hijos
-¡Esto es un asalto!
El hombre quedo inmóvil con una expresión iracunda mientras un secuaz se adelantaba cargando un gran barril de madera vacio
-¡Danos todo el licor!
El enano giró todo su cuerpo con sorprendente agilidad y en un movimiento de polea lanzó el hacha, que voló hasta el barril y lo despedazó, clavándose entre las piernas de un nada valeroso ladrón.
Acto seguido la daga volaba pasando directamente al lado de la cabeza del líder.
Los ladrones se miraron unos a otros sorprendidos, luego el líder levanto la mano haciéndolos callar y dijo:
-Vaya manera tan drástica de desarmarse
Los dos hombres en la barra se miraron uno al otro contemplando que hacer. Rápidamente se lanzaron en carrera hacia la ventana del salón contiguo, donde lanzándose a sí mismos con igual agilidad que a sus armas volaron hacia la luz y escaparon entre medio de risas de borrachos.

martes, 15 de marzo de 2011

La muerte de Socrates

El ser humano entrega a cada momento acción a su vida, incluso cuando quieto, preguntándose sobre la razón del color del cielo o soñando con encuentros amorosos reprochables, en cada momento el valor de su vida se prueba –e ignora- en cuanto permite la existencia, en efecto, la vida es la existencia, y cualquiera que quiera negarlo está meramente expresando un, si bien justificado no por ello productivo, terror hacia la muerte. Lo trascendente está en nuestros deseos, en nuestros hijos, en aquellas cosas y momentos que marcados en la memoria definen nuestra persona en el momento que dejamos de vivir. ¿Existimos al morir? Si no lo hiciéramos ¿cómo es posible que otros nos recuerden, que otros nos admiren, nos odien o nos amen? La existencia es algo sumamente complejo, ciertamente más de lo que ciertos dogmas –sean ellos religiosos o científicos- querrían afirmar.
¿Qué es más valiente, morir ingiriendo cicuta enfrentado a un jurado indigno, rechazar aquello en lo que creemos cuando se nos ofrecen las llamas de la inquisición? Los relatos heroicos tienen un cierto carácter masculino, y es que resulta muy fácil para el hombre morir –incluso conveniente- cuando se encuentra dominado bajo la impresión- errónea por cierto- que todo lo cotidiano y los asuntos triviales (siendo criar a los hijos uno muy frecuente) son absolutamente superfluos y la virtud está, en cambio, en morir entregándose a una causa mayor. En este sentido Sócrates no es de ninguna manera distinta que cualquier soldado en casi cualquier guerra en toda la historia de la humanidad. Juzgar que una idea, una creencia, puede poseer más valor que la propia vida es negar aquello que permite el génesis de la primera y que ciertamente puede contener la segunda. Si hay felicidad máxima en morir con una idea es porque en ello radica el convencimiento fatalmente falso sobre el cual  por morir faculto veracidad a mis afirmaciones o creencias. En absoluto esto es verdad, y aunque lo fuera, estaría entonces inquiriendo en un comportamiento de suma ignorancia, de alguien que sin conocer suficiente de la vida de las personas, quizás habiendo olvidado el universo para consagrarse al ser-algo por supuesto confuso- puede conjeturar premisas sobre la importancia de una u otra actitud frente al universo, la vida y la muerte con ligereza. En tales circunstancias un filósofo muere convencido de la pureza de la pureza de su arte ¿en qué está la pureza? En que es puro, y es puro porque carece impureza. (“la filosofía razona porque la razón es pura”)
Propongo lo siguiente:
El hombre es un ser vivo
La razón es exclusiva del hombre
La razón requiere de la vida

Ciertamente habría que investigar sobre las numerosas situaciones donde la locura, la miseria, la victoria y la muerte conviven en un instante que aunque no inviable, ciertamente me parece absurdo.

domingo, 13 de marzo de 2011

Dulce prisa

Corría masticando, fuerte y decididamente, aferrándose a la única manzana en su mano izquierda mientras la derecha buscaba frenéticamente su tarjeta bip en su bolsillo. Aquel blanco cielo poco bienvenido rechazaba la que de otro modo podría haber sido una mañana hermosa, cubriendo el sol con un manto implacable de húmedos presagios. Lo que aquellas nubes no sabían es que eran muy preferidas por la mayoría de la ciudad, hecho verdadero solo gracias a la época del año, un verano que todo el mundo decía indescriptible, más que nada por el desgaste que provocaban las vacaciones, hasta punto tal que describir unas gotas de sudor en la camisa resultaba demasiado agotador para pensarlo.
Este era el caso del personaje: Se encontraba en un momento vertiginoso, de manera que no podía encontrarse. La incertidumbre sobre el tiempo exacto que le tomaría al bus alcanzar su paradero medraba la mandíbula, que como una metralla arrasaba con la corteza de la fruta, con bien colocadas estocadas de blancos dientes. Si para algo tuvo tiempo esa mañana, fue para cepillarse los dientes.
Llego tarde, entró sin pedir permiso más que dentro de su mente. Ciertamente aquel “disculpen por interrumpir” fue demasiado silencioso para que alguien lo escuchara y, sin permitir ver la algo frustrada humildad de su rostro, subió las escaleras a zancadas, convocando toda su crudeza. A nadie le importó en absoluto, pero se sentó para descubrir que correr todo el trayecto había humedecido su frente, de manera que, aun en la última fila, ojeaba con recelo a la mujer sentada a su lado, quien prestando solamente atención a su café y con el cuaderno en un purísimo blanco empedernido, no se dio cuenta de las periódicas miradas inquisitivas que le ofrecía el hombre a su lado, controles derivados de su compulsiva preocupación por pasar inadvertido.
La clase termino sin alguna novedad. En el resto del día pasaron eventos infinitamente más interesantes, lo cual ningún lector sabrá, pues por alguna extraña razón se le ocurrió escribir sobre la mañana. Tiempo complejo, la mañana, quizá serian las pocas horas de sueño que extendían la imaginación hacia  exóticos estados de conciencia, caminando entre muerto viviente y rey de Roma, mientras comía una manzana que en la noche, escribiendo, le comenzó a saber bastante bien y dulce.

viernes, 11 de marzo de 2011

Sobre el cielo

Reconsideremos esta manera de ver el cielo como alguna especie de invisible  sitio detrás de cortinas elevadas, que separan el lugar donde vivimos del mundo de Dios (ya sea el más allá de los muertos o consideración divinas, también incluye ideas más allá de nuestro entendimiento) Sin embargo, el acto de pasar a través hacia el cielo se trata mucho más acerca de cambiar las propias percepciones que de una transición física. El velo es una idea, es un acto de transición en sí mismo, y solo el hecho que ambos seres vivos y entes religiosos divinos o ideas como el amor y la justicia trascienden con cierta dificultad esta barrera es que entrega al cielo el carácter y la creencia como un lugar con una barrera física.
Ahora si abrimos los ojos a este nuevo mundo, veremos la realidad caótica, siempre cambiante, un reino de la imaginación donde lo recordado tiene tanta sustancia como aquello que consideramos real-más incluso-en el hecho que aquellos valores espirituales (“justicia”) se ven definidos por la voluntad y la memoria, y con esa razón se perciben tan confusamente, meramente vislumbrados por partes, cercenados, al pasar desde “el cielo”. En nuestro mundo, el que todos compartimos, la imaginación no tiene sustancia, los objetos existen independientes del hombre, como los recordamos o las emociones con las que los asociamos. La percepción de “este lado y ese lado” proviene de la necesidad de pureza que caracteriza al abrir los ojos, el poder que se obtiene sobre el cambio de mundo a través de la percepción, poder que, con respeto por el pensamiento científico, podría simular alguna especie de magia.

miércoles, 9 de marzo de 2011

Critica al alma platónica


Si hubiese una entidad inmaterial trascendente que comprendiera nuestra existencia y determinara nuestras características humanas más fundamentales, ¿sería esta necesariamente distinta de la materia sujetada por el mundo y las pasiones que es el cuerpo? A primera vista pareciera que ambas conviven en polos opuestos del ser humano, incluso, cuando visto desde una filosofía auto afirmativa que, debo decir, se entrelaza con el credo religioso, el alma se puede llegar a considerarse “lo bueno, lo necesario, lo absoluto” y el cuerpo, el mundo y todo lo que hay en él obstáculos para la vida contemplada que el filosofo de cátedra- de la cátedra antigua- nos querría enseñar. La necesidad del hombre para cuestionarse por el mundo, la muerte, el conocimiento y la búsqueda de verdad impregna en sí mismo una marca imborrable que lo “contamina” de convicciones, si el alma determina el sentido de la vida, eso implicaría que necesariamente tendría que haber un sentido de la vida?  Pero y si la vida tiene el sentido que le doy yo, no parecería entonces que “yo” y “alma” no son cosas tan distintas?  ¿Dónde está el límite? Si la vida contemplada abstraída de lo mundano- lo que uno defina como mundano- nos llevara a definir el sentido de la vida bajo estándares extra materiales, seria esa la única manera de determinar deseos distintos a los inmediatamente condicionados por los entes mas inmanentes y superfluos.
Anima- animar es un concepto que en el mundo antiguo representaba moción, distanciando tortugas de rocas. Con la ciencia biológica se ha nivelado lo inerte en el ámbito de la energía y los procesos celulares, sin embargo permanece igualmente bueno el origen. El alma anima porque mueve, y mueve porque vive, vive en un lugar y hacia un lugar o momento deseable que nunca alcanzará y todo aquel que quiera negar esas circunstancias estaría entonces rechazando la libertad de acción en cambio por una libertad imaginante de la razón, este “mejor de los mundos posibles” que permite la conciencia en el cual podemos cuestionarnos sobre una cueva oscura mientras estamos en caída libre. En ese sentido, la realidad, cualquiera que sea, tiene un peso ontológico sobre el ser humano porque determina sus condiciones de ser, le faculta su existencia y su libertad y en cuanto la permite, la obstruye.
 Como cualquiera puede ver, definir realidad es algo que en sí mismo representa una complejidad característica de aquello que roza con lo divino ¿por qué? Porque nadie entiende qué es Dios y así mismo, nadie entenderá nunca qué es la realidad. Ni siquiera el Kantiano más ferviente puede negar que el idealismo en  sí, una manera de caracterización en base a negación de objetividad que, en tanto objetiva porque considera la propia subjetividad del hombre asimila la ciencia, pero así igual que ella resulta en una respuesta que simplemente termina por generar problemas en la desviación de la pregunta, o avanza a través de los caracteres definidos por está negación. Si el alma es como la realidad, incognoscible, pero la búsqueda de nobleza y virtud debiera caracterizarse por la negación de la realidad material (así mismo una realidad indefinible), entonces el alma es algo bastante paradójico. El mismo lenguaje admite una cierta trampa lógica que acerca-si no une- a Platón con el sofismo al cual su maestro antagonizaba. ¿Es noble la búsqueda de verdad? Si se reflexiona sobre la realidad es en cierto modo porque el intelecto y la razón ansían cambiarla. Y cambiarla nace de algo tremendamente potente: Que nos importa.
Si nos importa la realidad, y por eso pensamos en ella, si nos importa ser nobles y debido a ello, reflexionamos sobre el conjunto de actividades y resoluciones a las cuales consideraremos nobles y dignas de aspiración, entonces estamos abandonando de por sí el alma que vive en las esferas celestiales, en el hades o en el reino de las ideas. Estamos despiertos al mundo terrenal y esa alma, esa condición intelectual crítica que caracteriza a la filosofía moderna desde Descartes es un alma que yo considero virtuosa. Una que está al servicio de la transformación, reconociendo a su vez su ignorancia, y que de tal modo, toda transformación necesita contemplación de modo que, aunque represente huir de aquello que condiciona nuestros deseos, podamos en el fin de nuestras cortas vidas o existencia- como quiera decirlo- sonreír con la idea, aun ingenua, de que hemos significado algo, y hemos tenido algún sentido.