Como decía Mario Vargas Llosa en su discurso al recibir el nobel, la ficción de la literatura y otras artes son un escape, a la vez que un reconocimiento: Que la realidad no es suficientemente buena.
Pongo este blog con algunos cuentos y ensayos modestos escritos por mí, para entrener a quién le interesen, aburrir a quién le afliga, aborrecer a algún desdichado perdido y con suerte, quizás, si Dios me lo permite, emocionar algún alma sensible.
Si cree encontrar errores ortográficos o de redacción, tenga con toda seguridad la certeza que es con intenciones artísticas o educativas, para que al darse cuenta de mi error se sintiese bien de su amplio conocimiento.

sábado, 27 de agosto de 2011

Jataka de la liebre


El maestro buda ha dicho, yo he escuchado:
Tres animales: un oso, un zorro, y una liebre, vivían en un lejano bosque, lleno de vida, sin hombres que lo tocasen. Los tres eran amigos, conversaban a diario sobre la vida y disfrutaban su compañía.
Un día, viajando en meditación, un asceta se encontró en este bosque, perdido, sin alimento, y rápidamente enfermó.
Entre los arbustos, agotado por el largo camino, encontró un claro, donde se tendió a descansar. Los animales lo encontraron en el borde de la muerte, frio y hambriento.
Prendieron un fuego y se aventuraron, cada uno por su cuenta, en busca de algo para socorrer al pobre hombre. El oso, muy fuerte, no tuvo dificultad en traer pescado del río. El zorro, muy astuto, tomó el fruto de los arbustos.
Pero la liebre era débil y no podía ser de ninguna ayuda.  
¿Qué crees que hizo? – dijo el Maestro buda
Y mis ojos ya veían lágrimas.
Así es – dijo el maestro – La liebre se arrojó al fuego, ofreciendo su propia carne, pues no tenía otra cosa que dar.

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