Como decía Mario Vargas Llosa en su discurso al recibir el nobel, la ficción de la literatura y otras artes son un escape, a la vez que un reconocimiento: Que la realidad no es suficientemente buena.
Pongo este blog con algunos cuentos y ensayos modestos escritos por mí, para entrener a quién le interesen, aburrir a quién le afliga, aborrecer a algún desdichado perdido y con suerte, quizás, si Dios me lo permite, emocionar algún alma sensible.
Si cree encontrar errores ortográficos o de redacción, tenga con toda seguridad la certeza que es con intenciones artísticas o educativas, para que al darse cuenta de mi error se sintiese bien de su amplio conocimiento.

martes, 25 de enero de 2011

De aquel amor de música ligera


Placer y amor han llegado a ser cosas completamente distintas e independientes en la frivolidad sexual, pero se mantienen unidas, o así me gustaría pensar, por algún ferviente amor constituyente hacia el universo entero y el género humano. Será quizá este amor encarcelado que rehúye por los poros de la promiscuidad.
¿Qué es la amada? Una flor en el desierto. La expresión artística. Si yo amo la música porque es la belleza del mundo, uno perfecto e infinito, aun con lo irresponsable de esta idea inviable. Yo amo a la persona como la unión armoniosa de música y literatura, de arte y cine, arboles, dulces y pasiones.
Sobre la particularidad de la flor queda poco que decir. Habría quizá que catalogar según amores serenos del loto y pasiones carnales de la rosa. Lástima que en el desierto haya espinas.

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