El cerebro humano ha evolucionado para simular otros agentes, inhibiendo reacciones primitivas a favor de opciones estratégicas. Podemos simular la simulación de otros agentes: ella piensa que yo pienso que ella piensa, etc.
Entender el propósito de un agente es vital, y ha sido altamente favorable en la evolución. No obstante; este proceso mental se derrama sobre seres inanimados, en principio otorgándoles alma (animismo), personificación (dioses griegos) y en ultimo orden, sentido (Dios monoteísta). La pregunta: ¿Cual es el sentido del universo? Carece de razón, sino se formula cómo ¿Qué sentido creo o quiero yo, como ser humano, darle a mi existencia? Para el universo, las estrellas no tienen un motivo o fin. Las estrellas no serían bellas en ausencia de humanos que las contemplen.
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