Como decía Mario Vargas Llosa en su discurso al recibir el nobel, la ficción de la literatura y otras artes son un escape, a la vez que un reconocimiento: Que la realidad no es suficientemente buena.
Pongo este blog con algunos cuentos y ensayos modestos escritos por mí, para entrener a quién le interesen, aburrir a quién le afliga, aborrecer a algún desdichado perdido y con suerte, quizás, si Dios me lo permite, emocionar algún alma sensible.
Si cree encontrar errores ortográficos o de redacción, tenga con toda seguridad la certeza que es con intenciones artísticas o educativas, para que al darse cuenta de mi error se sintiese bien de su amplio conocimiento.

jueves, 19 de enero de 2012

Sobre la inmadurez imperante

Ninguna edad puede aliarse con las fuerzas que prometen liberarla de sus ignominias sin condenar a la siguiente. Es el progreso y la misión de la especie, una construcción que no desea acabarse; no debe jamás estar completa.

“Renunciar completamente a la ilustración, por su propia persona, o incluso, por las siguientes generaciones, significa violar y aplastar los derechos sagrados de la humanidad ” (Kant, Qué es la ilustración)

Situado tranquilamente en una economía auto-denominada desarrollada; el hombre posmoderno se sienta sobre los escombros, frente a sí mismo reflejado y ríe complaciente, inundado por placer. Rehusarse al esfuerzo sobre el discurso y la verdad, a menudo incomoda, esta es el fin que se busca. Desde su reflejo juzga al mundo, proyecta sus desgracias sobre él. Acumulando diariamente, se rodea con máscaras sonrientes.

No es la más peligrosa prisión, la que viene de fuera, por señoríos despóticos y mentiras omnipresentes; sino la inmadura posición que se nos presenta en lo que hoy creemos libertad.

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