A
principios del 2000, el mundo tenía cerca de 180 millones de migrantes, cerca
del 3% de la población. Ello no representa un gran cambio desde 1960, cuando el
mundo tenía 75 millones de migrantes, pero eso representaba 2,5% de la población
total. ¿Cómo es esto posible? ¿No es ahora la migración mucho más alta y más
accesible? Sabemos que la migración ha aumentado hacia países del “primer mundo”,
pero no es claro que sea cierto para el mundo en total. Recordemos la migración
luego de la II guerra mundial, la partición de la India, la descolonización de África,
las guerras en China y Corea durante los 40’s y 50’s. El gran cambio en el
mundo no es el nivel total de las migraciones, sino un cambio en el origen y
destino de los movimientos. Al mirar las economías desarrolladas del mundo, en
1970, 3,6% de su población eran migrantes internacionales. Para el 2000, era el
8,7%. Es decir, en 1970, cerca de la mitad de la migración mundial iba a países
de alto ingreso. En el 2000, dos tercios de la migración mundial tenía como
destino países de alto ingreso.
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La población de Asia (4.200.000.000)
corresponde al 60% del total mundial, es responsable por el 70% de los
nacimientos y el 46% de las migraciones. Los
flujos de migración tienen principalmente motivos económicos, y geo-políticos.
La pirámide muestra que el número de
nacimientos tiende a disminuir ligeramente en el conjunto de Asia durante los
últimos 20 años, de manera que la tendencia de la población es moderar el
crecimiento a medio plazo, y posiblemente disminuir posteriormente. Sin
embargo, Asia sigue siendo una región predominantemente subdesarrollada y joven.
Pero no toda la migración tiene causas económicas. En 2006, había 3 millones de
migrantes internos forzados, principalmente consecuencia de violaciones a los
derechos humanos. Vemos, por otro lado, una tendencia a la feminización
de la migración en base al mercado de servicios. En 2005, el 44,7%
de los migrantes en esta región eran mujeres asiáticas, la mayoría
trabaja en servicios, principalmente como empleadas domésticas. Otra forma de
migración femenina es el matrimonio. Desde 1990, esposas extranjeras han sido
permitidas en áreas rurales de Japón y Taiwán, dado el movimiento de las
mujeres locales.
La migración ilegal ha
crecido y afecta a la mayoría de los países de la región. Según la organización
internacional del trabajo, aproximadamente uno de cada cuatro trabajadores en
Asia tienen estatus ilegal. En Tailandia hay 1,7 millones de migrantes
ilegales. Esto representa un contraste con el estricto control asiático a
trabajadores extranjeros, la prohición de migración permanente o estadías en
familia, y el rechazo a derechos de trabajo a inmigrantes.
Hay
tres grupos afectados por la migración: Los que migran, los ciudadanos del
destino de migración, y los ciudadanos del origen de la migración. Como
resultado, el inmigrante experimenta un incremento en remuneraciones económicas.
La razón entre el salario esperado de Vietnam a Japón es de 1:9. Es esperable
que esto no identifique apropiadamente los cambios en calidad de vida, pues no
considera la diferencia en seguridad, educación, administración pública,
comunicaciones, etc. No obstante, en China la
migración rural-urbana ha sido un motor para el crecimiento de las décadas
pasadas. Hasta el 2003 habían emigrado 140 millones
a las ciudades y áreas urbanas, lo que equivalía al 10% de la población total y
a cerca de un 30% de los rurales. Una investigación hecha en Shanghái muestra
que la productividad de los emigrantes es un 50% más elevada que la de los
trabajadores urbanos, pero la relación de costos de empleo entre urbanos y
rurales es de 5:1. La
exclusión social del migrante ocurre dentro de un mismo país:
“Un
estudio reveló que los niños migrantes en Shanghái no tenían afinidad con
grupos poseedores de capital y, en consecuencia, mostraban un fuerte resentimiento
hacia la sociedad principal.[1]” “Una
significativa proporción de niños migrantes (estimados en 20 millones) en China
no asisten a escuelas publicas por falta de registro en vivienda (HuKou) y estudian para migrantes
privadas. Encontramos que los estudiantes migrantes incapaces de enlistarse en
escuelas publicas se desempeñan significativamente peor que sus más afortunados
contrapartes en tanto chino como matemáticas.[2]”
Los flujos masivos de áreas urbanas a
nuevas zonas industriales (especialmente Beijing y Shanghái) han creado una
población flotante de 100 a 150 millones de personas que desestabilizó, en su
momento, el mercado del trabajo.
“El joven Gan aprovechó esta oportunidad de
buscar suerte lejos de casa demasiado tarde: China era un país con enormes
desigualdades; los traslados de mano de obra no se correspondían con el
movimiento de industrialización; el éxodo rural estaba fuertemente controlado. “…”
Los ciudadanos se dieron cuenta de lo que implicaba “dejar el puesto”. Más de
10 millones de personas perdieron sus empleos[3], sin
mencionar a los 160 millones de personas consideradas excedentes en el campo.
Todas ejercían una presión sin precedentes en el mercado laboral urbano.[4]”
Cuando el país o región que recibe inmigrantes debe decidir entre políticas
a favor de los inmigrantes, y políticas que beneficien a los propios ciudadanos,
la decisión es estadísticamente a favor de los ciudadanos. La representatividad
política de los inmigrantes no se debe necesariamente a su porcentaje (en EEUU,
por ejemplo, cerca del 13% de la población) como a la exclusión social. En
contraste, el presupuesto liberal económico nos dice que aquellos en peor
situación económica recibirán mayores beneficios por el mismo precio. Se estima
que en la región Asia-pacífico hay hasta 135 millones de
migrantes. Sus países de origen reciben remesas muy por sobre la totalidad de
la ayuda exterior mundial. En algunos casos, las remesas son “el primer producto
de exportación”. En Sri Lanka, las remesas son mayores que el valor de
exportación de te.
Pero
¿Y qué de la fuga de cerebros? India, Sri Lanka, Pakistán y otros países tienen
programas gubernamentales para intentar a traer a los migrantes altamente
formados de vuelta a su país de origen. ¿No es esto prueba suficiente de la
desventaja que representa para el país de origen? La respuesta no es clara. La
formación de numerosos profesionales altamente calificados sería en ocasiones
un desequilibro para el mercado local, por falta de oportunidades de trabajo;
en otras palabras, muchos de esos profesionales no se formarían si no existiera
la opción de trabajar en el extranjero. Más aun, para aquellas áreas en las que
el país se ha especializado y tiene ventajas comparativas (En India, por
ejemplo, la industria de computación y comunicaciones) la formación de profesionales
creará suficientes trabajadores para la demanda local. Los migrantes enviarán remesas
a India mientras crean redes sociales y tecnológicas de alto valor al viajar en
un mundo globalizado. La más célebre diáspora de conexiones personales es la de
los chinos en países extranjeros, que han aportado enormemente a China
continental en las pasadas décadas. Finalmente, cuando la economía local crece
(o alcanza estabilidad política democrática, en casos de migración forzada),
muchos de los migrantes retornan, como es visible en el patrón de Corea. No se
ha probado que la migración cause problemas económicos para los países de
origen, es, en cambio, una consecuencia de ellos. Por lo pronto, no es
concebible eliminar las fronteras nacionales, y en muchos lugares existen
barreras políticas, legales y físicas a la inmigración. En India se está construyendo una muralla de tres metros de altura y con
una extensión de 3286 km, con un costo de un billón de dólares,
a lo largo de la frontera con Bangladesh. Existen organizaciones mundiales para
la salud, el trabajo y el comercio, pero no para la migración. Esto se debe
tanto a la sensibilidad del asunto (derechos humanos y pobreza) como a lo
reacio que están los países desarrollados a abrirse étnico-económicamente.
Por
último, no debemos subestimar el impacto humano de la migración. Las
diferencias en idioma y cultura a menudo van en contra del migrante, el país de
destino no puede permanecer cultural o lingüísticamente estático[5]. Los trabajadores vienen con habilidades, pero los hombres vienen con
cultura, formados en redes familiares y sociales. Se atribuye a Max Frisch la frase: “importamos
trabajadores, y en cambio, recibimos hombres.”
Fei Yan
(2008): The Rising Urban Poverty and Political Resentment in a Transitional
China: The Experience of Shanghai. Journal of Politics and Law.
Thomas Gryn and
Christine Gambino: The Foreign Born From
Asia: 2011. http://www.census.gov/prod/2012pubs/acsbr11-06.pdf
Fei Yan. (2005).
Education problems with urban migratory children in Shanghai. Journal of
Social Welfare & Sociology,
UN: Human Development Report 2009: http://hdr.undp.org/en/media/HDR_2009_EN_Complete.pdf
[1] Yan, Fei.
(2008): The Rising Urban Poverty and Political Resentment in a Transitional
China: The Experience of Shanghai. Journal of Politics and
Law. P.6
[2] Chen, Y.
Feng, S. (2012) Access
to Public Schools and the Education of Migrant Children in China. IZA Discussion Paper No. 6853.
[3] Existía
en las empresas públicas un exceso de personal de aproximadamente 15 millones
de empleados.
[5] Aproximadamente el 70% de
la población de Singapur es de origen chino, lo que ha hecho el mandarín idioma
oficial. Estados Unidos es hoy el país con la mayor cantidad de población de
habla española. La lengua en Argentina está repleta de galicismos e
italianismos, y el lumfardo tiene influencias eslavas.
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