Como decía Mario Vargas Llosa en su discurso al recibir el nobel, la ficción de la literatura y otras artes son un escape, a la vez que un reconocimiento: Que la realidad no es suficientemente buena.
Pongo este blog con algunos cuentos y ensayos modestos escritos por mí, para entrener a quién le interesen, aburrir a quién le afliga, aborrecer a algún desdichado perdido y con suerte, quizás, si Dios me lo permite, emocionar algún alma sensible.
Si cree encontrar errores ortográficos o de redacción, tenga con toda seguridad la certeza que es con intenciones artísticas o educativas, para que al darse cuenta de mi error se sintiese bien de su amplio conocimiento.

domingo, 11 de noviembre de 2012

Yo soy el espejo y su reflejo



Yo soy el esclavo que liberó al amo, yo soy el que enseñó al maestro.
Yo soy el alma que nació ayer y erigió el viejo mundo.
Yo soy la cera que hizo al acero acero.
Yo he pintado de brillo a muchos ciegos, yo he enseñado a muchos sin inteligencia.
Yo soy la nube negra en la noche de dolor que alegró el día del festival.
Yo soy la asombrosa tierra que desde el fuego del amor llenó con aire la mente del cielo.
Con alegría durmió aquel rey anoche, pues yo, el esclavo, lo recordé.
No tengo culpa, pues tú me embriagaste.
Silencio, pues el espejo está oxidado, cuando soplé contra él, me acusó.

                                                                                                                            Rumi

Rumi enmascara la figura del cosmos divino encarnado en los opuestos. La visión mística de la totalidad siempre ha conciliado las dualidades, considerando la pugna una visión sesgada en las partes. El propio espejo (reflejo de lo particular, la máscara) en el que se ve al decir “estoy borracho” (analogía para expresar la experiencia de unión divina) lo acusa, porque al decir “tú me embriagaste” (tú, Dios) olvida que él también, en verdad, es Dios.
                                                           Francesco

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